En el Altiplano peruano los déficits de lluvias fueron de -30 % a -100 %, condiciones que fueron acentuadas por los veranillos (ausencia de lluvias de 10 a más días consecutivos) de 10 a 23 días. ANDINA/Difusión
La deficiencia de lluvias durante la primavera 2022 fue condicionada por la presencia del fenómeno de La Niña en el Pacífico central; en tanto, en lo que va del verano 2023 se debe principalmente a la configuración desfavorable y posición fuera de su ubicación climática del sistema atmosférico, conocido como “Alta de Bolivia”, el cual inhibe las lluvias en Puno.
Enero del 2023 fue el mes más seco en Puno, de acuerdo al índice de sequía SPI( Índice Estandarizado de Precipitación).
En ese aspecto, estaciones meteorológicas como Limbani y Cuyo Cuyo en la provincia de Sandia; Progreso, Azángaro y Arapa en la provincia de Azángaro; y Pucará en la provincia de Lampa, alcanzaron déficits sin precedentes.
En general, en el Altiplano peruano los déficits de lluvias fueron de -30 % a -100 %, condiciones que fueron acentuadas por los veranillos (ausencia de lluvias de 10 a más días consecutivos) de 10 a 23 días.
el Senamhi resalta que estas sequías meteorológicas vienen siendo persistentes en lo que va del periodo de lluvias 2022-2023 (setiembre 2022-febrero 2023), con deficiencias de 55 % en promedio.
Las condiciones secas que se vienen registrando sobre el Altiplano peruano, en los últimos meses, ha repercutido en la disponibilidad hídrica de los ríos en la vertiente del Titicaca.
En lo que va del año hidrológico, los ríos Ramis, Coata, Huancané e Ilave; presentan caudales muy por debajo respecto a los años de extremos mínimos y a su promedio histórico; acentuando durante enero 2023 el déficit de caudales, principalmente en el río Ramis, que registró los valores de caudal más bajos en los últimos 18 años.
Respecto a los niveles de agua en el lago Titicaca, en lo que va del año hidrológico 2022-2023, se observa una tendencia descendente persistente, comportamiento que no se registraba en los últimos 20 años.
El déficit de caudales en las cuencas tributarias ha impactado negativamente en el comportamiento estacional del lago, llegando a registrar un valor de -0.524 m en su variación en el mes de enero, que corresponde a un nivel de agua de 8.515 m en la estación Muelle Enafer.
Habitualmente las lluvias de enero en la región del Altiplano coinciden con el periodo de máximo requerimiento hídrico de cultivos (quinua, papa, habas, cebada, avena, pastos naturales, entre otros); en la fase de pleno crecimiento vegetativo y floración.
El alto déficit de precipitaciones durante enero ha condicionado que los suelos estén secos, afectando en el crecimiento y desarrollo de los cultivos; observándose campos con plantas de bajo desarrollo (pequeñas) y estado fenológico retrasado respecto de lo habitual.
Generalmente se encuentran en estado regular, con alto riesgo de pérdida de la campaña agrícola. Además, la presencia de cielo despejado ha condicionado mayor incidencia e intensidad de heladas agronómicas sobre los cultivos, incrementando los daños.