Durante los últimos cuatro meses, varias naciones notificaron numerosos incidentes en jarabes infantiles para la tos sin receta médica y con niveles confirmados o sospechosos de contaminación por altos niveles de dietilenglicol y etilenglicol, informó este lunes la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Los casos detectados proceden de al menos siete países y se han asociado a más de 300 muertes en tres de ellos. La mayoría de los niños afectados son menores de cinco años.
La agencia advirtió que estos contaminantes “son sustancias químicas tóxicas utilizadas como disolventes industriales y agentes anticongelantes que pueden ser mortales incluso ingeridos en pequeñas cantidades, y nunca deberían encontrarse en los medicamentos”.
Basándose en los informes de los países, la agencia publicó durante los últimos meses tres alertas médicas mundiales que abordan estos incidentes.
En los comunicados se solicitó la detección y retirada de la circulación de los medicamentos contaminados, el aumento de la vigilancia y la diligencia en las cadenas de suministro de los países y regiones que pudieran verse afectados, y la notificación inmediata a la agencia de la ONU si se descubrían estos productos de calidad inferior
Al no tratarse de incidentes aislados, la agencia llama a las principales partes interesadas que forman parte de la cadena de suministros de medicamentos a adoptar medidas inmediatas y coordinadas.
Detectar y retirar de la circulación en sus respectivos mercados todos los productos médicos de calidad inferior detectados en las alertas médicas y causantes de posibles muertes y enfermedades
Garantizar que todos los productos médicos en sus respectivos mercados estén autorizados para la venta al público por parte de las autoridades competentes y puedan obtenerse de proveedores autorizados o con licencia
Asignar los recursos adecuados para mejorar y aumentar las inspecciones en función de los riesgos de las plantas de fabricación dentro de cada jurisdicción, de conformidad con las normas y estándares internacionales
Aumentar la vigilancia en los mercados, incluidas las pruebas específicas basadas en el riesgo para los productos médicos que se comercializan en sus respectivos mercados, incluidos los informales
Promulgar y aplicar, cuando proceda, leyes y otras medidas jurídicas pertinentes para ayudar a combatir la fabricación, distribución y uso de medicamentos de calidad inferior y falsificados.