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Salud

Apnea obstructiva del sueño

La apnea obstructiva del sueño es el trastorno respiratorio más común relacionado con el sueño. Hace que te detengas y comiences a respirar repetidamente mientras te duerme.

Existen varios tipos de apnea del sueño, pero la más común es la apnea obstructiva del sueño. Este tipo de apnea ocurre cuando los músculos de la garganta se relajan intermitentemente y bloquean las vías respiratorias durante el sueño. Un signo notable de apnea obstructiva del sueño es el ronquido. Existen tratamientos contra la apnea obstructiva del sueño. Un tratamiento implica el uso de un dispositivo que utiliza presión positiva para mantener las vías respiratorias abiertas mientras duermes. Otra opción es una boquilla para empujar la mandíbula inferior hacia adelante durante el sueño. En algunos casos, la cirugía también puede ser una opción. Los signos y síntomas de la apnea obstructiva del sueño incluyen los siguientes:

Somnolencia diurna excesiva

Ronquidos fuertes

Episodios observados de pausas en la respiración durante el sueño

Despertar brusco con jadeo o atragantamiento

Despertar con la boca seca o con dolor de garganta

Dolor de cabeza por la mañana

Dificultad para concentrarse durante el día

Cambios del estado de ánimo, como depresión o irritabilidad

Presión arterial alta

Disminución de la libido

Consulta a un profesional médico si presentas, o si tu pareja observa, lo siguiente:

Ronquidos suficientemente fuertes como para interrumpir el sueño de otros o el tuyo

Despertarse jadeando o atragantándose

Pausas en tu respiración durante el sueño

Tener somnolencia diurna excesiva, que puede causar que te quedes dormido trabajando, mirando televisión o incluso conduciendo un vehículo. Los ronquidos no necesariamente son un indicio de algo grave, y no todos los que roncan tienen apnea obstructiva del sueño. Asegúrate de hablar con tu médico si roncas fuerte, sobre todo si tus ronquidos quedan interrumpidos por periodos de silencio. Con la apnea obstructiva del sueño, los ronquidos generalmente son más fuertes cuando duermes boca arriba y se calman cuando te giras de lado. Pregúntale al médico acerca de cualquier problema del sueño que te deje fatigado, somnoliento e irritable de manera crónica. La somnolencia diurna excesiva puede deberse a otros trastornos, como la narcolepsia.

La apnea obstructiva del sueño se produce cuando los músculos de la parte posterior de la garganta se relajan demasiado y no permiten una respiración normal. Estos músculos sostienen estructuras que incluyen la parte posterior del paladar (paladar blando), la pieza triangular de tejido que cuelga del paladar blando (úvula), las amígdalas y la lengua. Cuando los músculos se relajan, las vías respiratorias se estrechan o se cierran cuando inspiras, obstaculizando la respiración durante 10 segundos o más. Esto puede reducir el nivel de oxígeno en la sangre y causar una acumulación de dióxido de carbono.

El cerebro percibe esta dificultad para respirar y te despierta durante un tiempo breve para que puedas volver a abrir las vías respiratorias. Este despertar es por lo general tan breve que ni te acuerdas. Puedes despertarte con falta de aire que desaparece por sí sola rápidamente, con una o dos respiraciones profundas. Es posible que hagas un sonido de ronquido, atragantamiento o asfixia. Este patrón se puede repetir de 5 a 30 veces o más por hora durante toda la noche. Estas interrupciones afectan tu capacidad de alcanzar las fases de sueño profundo y relajado, y es probable que tengas sueño cuando estás despierto. Es posible que las personas que padecen apnea obstructiva del sueño no sepan que su sueño se interrumpe. Muchas personas con este tipo de apnea del sueño no se dan cuenta que no duermen bien toda la noche. Cualquier persona puede tener apnea obstructiva del sueño. Sin embargo, algunos factores te ponen en mayor riesgo, incluidos los siguientes:

Sobrepeso. No todas, pero la mayoría de las personas con apnea obstructiva del sueño tienen sobrepeso. Los depósitos de grasa alrededor de las vías respiratorias superiores pueden obstruir la respiración. Las afecciones médicas asociadas con la obesidad, como el hipotiroidismo y el síndrome de ovario poliquístico, también pueden causar apnea obstructiva del sueño.

Edad avanzada. El riesgo de apnea obstructiva del sueño aumenta a medida que envejeces, pero parece estabilizarse después de los 60 y 70 años.

Vías respiratorias estrechas. Puedes heredar vías respiratorias naturalmente estrechas. O las amígdalas o adenoides podrían agrandarse y bloquear las vías respiratorias.

Presión arterial alta (hipertensión). La apnea obstructiva del sueño es relativamente común en personas con hipertensión.

Congestión nasal crónica. La apnea obstructiva del sueño ocurre con el doble de frecuencia en aquellos que tienen congestión nasal constante durante la noche, independientemente de la causa. Esto puede deberse al estrechamiento de las vías respiratorias.

Tabaquismo. Las personas que fuman son más propensas a tener apnea obstructiva del sueño.

Diabetes. La apnea obstructiva del sueño puede ser más común en personas que padecen diabetes.

Sexo. En general, los hombres son dos o tres veces más propensos a padecer apnea obstructiva del sueño que las mujeres premenopáusicas. La frecuencia de la apnea obstructiva del sueño aumenta en las mujeres después de la menopausia.

Antecedentes familiares de apnea del sueño. Tener familiares con apnea obstructiva del sueño podría aumentar el riesgo.

Asma. La investigación descubrió una asociación entre el asma y el riesgo de tener apnea obstructiva del sueño. La apnea obstructiva del sueño se considera una afección médica grave. Las complicaciones pueden ser las siguientes:

Fatiga y somnolencia diurnas. Al no poder conciliar el sueño por la noche, las personas con apnea obstructiva del sueño suelen tener una gran somnolencia diurna, fatiga e irritabilidad. Pueden tener dificultad para concentrarse y quedarse dormidos en el trabajo, mientras ven la televisión o incluso mientras conducen. Esto puede hacer que corran un mayor riesgo de sufrir accidentes laborales. A los niños y jóvenes con apnea obstructiva del sueño les puede ir mal en la escuela y comúnmente tienen problemas de atención o de conducta.

Problemas cardiovasculares. El descenso repentino de los niveles de oxígeno en la sangre que ocurre durante la apnea obstructiva del sueño aumenta la presión arterial y sobrecarga el aparato cardiovascular. Muchas personas con apnea obstructiva del sueño desarrollan presión arterial alta (hipertensión), lo cual puede aumentar el riesgo de enfermedad cardíaca. Mientras más grave sea la apnea obstructiva del sueño, mayor será el riesgo de enfermedad arterial coronaria, ataques cardíacos, insuficiencia cardíaca y accidentes cerebrovasculares. La apnea obstructiva del sueño aumenta el riesgo de ritmos cardíacos anormales (arritmias), que pueden reducir la presión arterial. Si hay una enfermedad cardíaca subyacente, estos múltiples episodios reiterados de arritmias podrían llevar a la muerte súbita.

Complicaciones con medicamentos y cirugía. La apnea obstructiva del sueño también plantea problemas con determinados medicamentos y anestesia general. Estos medicamentos, como sedantes, analgésicos narcóticos y anestésicos generales, relajan las vías respiratorias superiores y pueden empeorar la apnea obstructiva del sueño. Si tienes apnea obstructiva del sueño, puedes presentar problemas respiratorios peores después de una cirugía mayor, en especial, después de estar sedado y acostado boca arriba. Las personas con apnea obstructiva del sueño pueden ser más propensas a sufrir complicaciones después de la cirugía. Antes de someterte a una cirugía, dile al médico que padeces apnea obstructiva del sueño o síntomas relacionados con la afección. Es posible que tu médico quiera que te sometas a una prueba de apnea obstructiva del sueño antes de la cirugía.

Problemas oculares. Algunas investigaciones han detectado una conexión entre la apnea obstructiva del sueño y ciertas afecciones oculares, como el glaucoma. Por lo general, las complicaciones oculares se pueden tratar.

Pareja privada de sueño. Los ronquidos fuertes pueden impedir el descanso a las personas que te rodean, y, a la larga, perjudicar tus relaciones. Algunas parejas pueden elegir dormir en otra habitación. Las personas con apnea obstructiva del sueño también pueden quejarse de problemas de memoria, dolores de cabeza matutinos, cambios de humor o depresión, además de la necesidad de orinar con frecuencia durante la noche. La apnea obstructiva del sueño puede ser un factor de riesgo de la COVID-19. Se ha descubierto que las personas con apnea obstructiva del sueño tienen un mayor riesgo de desarrollar una forma grave de COVID-19 y de necesitar tratamiento hospitalario que aquellas que no tienen apnea obstructiva del sueño

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