Las infecciones de transmisión sexual (ITS) están incrementando su presencia en España. Los últimos datos hechos públicos por la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica (RENAVE) y el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) indican que se ha alcanzado la mayor cifra de infecciones de los últimos 25 años. En este grupo de enfermedades se incluyen todas las infecciones que se adquieren tras mantener relaciones sexuales sin protección con una persona ya infectada. Las más conocidas son la sífilis, el VIH, el papiloma, la gonorrea, la clamidia o la hepatitis, entre otras.
El descenso del uso del preservativo, el aumento exponencial del número de relaciones sexuales y la ausencia de miedo al SIDA son algunas de las causas que explican este aumento de casos de infecciones en los últimos años. No hay que olvidar que parte del aumento se debe también al mejor funcionamiento del sistema de salud español, en el que cada una de las comunidades autónomas ha mejorado la eficiencia en la recogida de datos.
Hace más de treinta años se vivió un período de temor generalizado al sida y eso provocó un aumento de la sensibilidad ante lo que en aquellos momentos era una enfermedad mortal y el resultado fue un descenso del número de infecciones. El Ministerio de Sanidad, por ejemplo, realizó una campaña de concienciación de la necesidad del uso del preservativo como la principal barrera protectora ante la infección. Fue la campaña ‘Póntelo, pónselo’ que se hizo muy popular y tuvo como consecuencia una caída importante del número de infecciones.
Ahora las Infecciones de Transmisión Sexual crecen constantemente y no hay un plan claro para combatir este incremento de forma eficaz. Los datos del Ministerio de Sanidad están actualizados hasta 2019 para la mayoría de enfermedades de este grupo, excepto para el VIH, del que se poseen datos hasta 2021. La tendencia muestra que mientras el VIH reduce su presencia, otras infecciones como la gonorrea, la sífilis o la clamidiosis han incrementado el número de casos desde hace más de una década. Pese a que se dan más en hombres (65%), llama la atención el espectacular aumento de casos en mujeres, con un incremento superior al 1.000%, según datos aportados por Bloom, un observatorio de salud femenina, relativos al período 2012-2019.
Respecto al SIDA, afortunadamente el número de infecciones decrece y sus efectos son cada vez menos negativos gracias a los tratamientos que han convertido esta plaga en una enfermedad crónica. Incluso ahora existen medicinas preventivas, como la pastilla del día antes, llamada La PrEP (profilaxis prexposición), que previene ante una posible infección cuando se van a realizar prácticas de riesgo. Esta evolución positiva parece haber creado una falsa sensación de seguridad, y podría ser la raíz del aumento del número de infecciones de otras enfermedades de transmisión sexual.
En Estados Unidos se aprecia una tendencia similar. Los casos de ITS registrados durante los primeros meses de la pandemia de COVID-19 en el 2020 lógicamente mostraron un descenso, pero volvieron a crecer hacia el final del año. Los casos de gonorrea, sífilis y sífilis congénita superaron los niveles del 2019. En concreto, los casos de gonorrea y sífilis aumentaron un 10 % y un 7 % respectivamente, respecto al 2019. La sífilis entre los recién nacidos (congénita) creció un 15 % respecto a 2019 y un 235 % desde 2016.
El análisis de estos datos implica la necesidad de concienciar a la población de la importancia de tomar medidas de prevención. Para prevenir las enfermedades de transmisión sexual es crucial mantener relaciones sexuales seguras mediante el uso del preservativo masculino o femenino, ya que es el método más eficaz. También evitar la eyaculación en la boca ya que consiste otra vía de contagio importante.