Beijing realiza pruebas masivas de covid-19 a casi 20 millones de residentes en gran parte de la ciudad, mientras las autoridades intentan contener un nuevo brote de la variante ómicron, que ha generado compras de pánico ante los temores de un confinamiento similar al de Shanghái. De hecho, decenas de complejos residenciales de ocho distritos están ya bajo estrictos confinamientos, en los que se les prohíbe a los residentes salir de sus casas o de los terrenos de la comunidad.

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