El desgaste de rodilla puede provocar síntomas como inflamación, dolor e incluso pérdida de movilidad en la articulación. Esto suele ser producido por un desgaste en el cartílago de la rodilla, normalmente, asociado a la edad. Al ser la zona que más peso del cuerpo soporta, es fundamental conocer bien cómo cuidar de esta articulación actuando, especialmente desde la prevención.
El desgaste de rodilla es una enfermedad degenerativa que afecta tanto al cartílago, como a los huesos, revestimientos, tendones y ligamentos de las articulaciones.
El cartílago se desgasta gradualmente y disminuye la protección de los huesos. Por lo tanto, la rodilla es una de las articulaciones del cuerpo humano que, con más frecuencia, puede desarrollar artrosis.
El desgaste del cartílago de la rodilla puede ser provocado por enfermedades como la artrosis de rodilla o la artritis reumatoide, ya que el desgaste provoca fricción entre los huesos que componen la articulación, y puede causar hinchazón, dolor y, en ocasiones dificultad para caminar.
Como ya hemos mencionado, el paso de los años o los golpes, lesiones o exceso de actividad física intensa también pueden contribuir a este desgaste.
Además, otras causas que pueden provocar un desgaste de rodilla son: el aumento de peso, una vida sedentaria, factores genéticos o hereditarios y practicar determinados deportes como el tenis, baloncesto o fútbol (en los que se sufre impactos en las rodillas).
Para mitigar el dolor de rodillas por desgaste hay algunos remedios que podemos incluir en nuestra rutina diaria. ¡Te los contamos!
Mantener el cuerpo activo es muy beneficioso para la salud. Hacer ejercicio con frecuencia, tomar muchos líquidos y evitar el sobrepeso te ayudará a prevenir el dolor de rodillas por desgaste.
Si esto le añades un mínimo de 10 minutos de estiramientos antes y después del ejercicio, tus rodillas y articulaciones lo agradecerán.
Actividades como la natación, caminar, ciclismo, Yoga o Pilates son perfectos para reforzar la zona.
Aplicar frío en la rodilla es bueno para reducir la inflamación. Por otra parte, aplicar calor también es bueno para mejorar el índice de cicatrización de los tejidos involucrados, y la circulación sanguínea.
- Mantener una alimentación saludable
Alimentarse correctamente para cuidar el peso y , por tanto, las rodillas es muy importante. Incluye en tu dieta alimentos con compuestos de lisina, colágeno y ácido hialurónico para ayudar a tus cartílagos.
Si el dolor y la inflamación dificultan tu actividad física o necesitas ayuda de un profesional lo mejor es que consultes a un fisioterapeuta.
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