La fibromialgia es una afección crónica que se caracteriza por causar dolor y fatiga en todo el cuerpo. Es una enfermedad reconocida por la Organización Mundial de Salud (OMS) desde 1992 y se estima que afecta a más del 2% de la población mundial, con mayor incidencia en las mujeres.
Cualquier persona puede padecer fibromialgia, pero las estadísticas muestran que hay más mujeres que hombres que la padecen. El trastorno puede afectar a personas de cualquier edad, pero generalmente comienza en la mediana edad y la probabilidad de desarrollarla aumenta a medida que envejece.
Según el Diario.es, en España la estimación de que hay más de 900.000 personas con fibromialgia surge del dato de que afecta al 2,4% de la población adulta. Sin embargo, explican que se trata de un problema fundamentalmente de las mujeres: entre ellas, la prevalencia es del 4,2%, mientras que entre los hombres es de apenas del 0,2%.
En Estados Unidos, la fibromialgia afecta a aproximadamente 4 millones de adultos, aproximadamente el 2% de la población adulta.
Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos informan que los factores de riesgo que se conocen incluyen la edad (mayor probabilidad de presentarla aumenta a medida que se envejece) y el padecer de lupus o artritis reumatoide. Además, considera otros factores de riesgo que deberían investigarse, como eventos estresantes o traumáticos, lesiones repetitivas, antecedentes familiares y obesidad.
La fibromialgia se puede tratar y manejar con medicamentos y estrategias de automanejo. Siempre bajo supervisión médica que se especialice en el tratamiento de la fibromialgia y otros tipos de artritis (reumatólogos). Según los CDC, la fibromialgia se maneja con una combinación de tratamientos:
Medicamentos para aliviar el dolor.
Ejercicios aeróbicos y ejercicios de fortalecimiento muscular.
Clases de educación del paciente, generalmente en entornos comunitarios o de atención médica primaria.
Técnicas de manejo del estrés, como meditación, yoga y masajes.
Buenos hábitos del sueño para mejorar su calidad.
Terapia cognitivo conductual (TCC) para tratar la depresión subyacente. La TCC es un tipo de terapia hablada con el objetivo de cambiar la forma en la que las personas actúan o piensan.
