Junto con el aislamiento domiciliario, una buena nutrición es fundamental para prevenir y, en caso de contagio, mitigar los efectos del coronavirus en el organismo. El cushuro es un superalimento altoandino poco conocido por la mayorìa de peruanos, pero cuyas propiedades antioxidantes y nutricionales cobran importancia en esta coyuntura para fortalecer nuestro sistema inmune.
El cushuro (Nostoc sphaericum) es un alga que crece en lagunas de nuestra Sierra, sobre todo en la región Áncash, a más de 3,000 metros sobre el nivel del mar. Las comunidades altoandinas consumen esta planta desde tiempos ancestrales.
Propiedades nutricionales
El cushuro contiene calcio, hierro, potasio y sodio, así como vitaminas B1, B2, B5 y B8 que fortalecen nuestro sistema inmune y optimizan el funcionamiento de nuestro sistema óseo, nervioso, cardiovascular y digestivo, principalmente.
Asimismo, posee una alta concentración de proteínas, superando a la carne y el pescado, por ejemplo, y duplica los valores de la kiwicha y la quinua. Tiene más calcio que la leche y más hierro que un plato de lentejas. Estas propiedades nutricionales convierten al cushuro en un superalimento cuyo consumo frecuente contribuye a combatir la anemia y la desnutrición.
Asimismo, este vegetal desintoxica el organismo y provee colágeno a la piel, necesario para mejorar la elasticidad de este órgano, además de fortalecer el cabello.
Fácil acceso
Al ser un alimento que crece de forma silvestre, representa un bajo costo de obtención, por lo que resulta muy beneficioso para las personas de bajos recursos y puede suplir con éxito el consumo de carnes rojas y de pescado por su importante aporte de proteínas.
Un estudio publicado en 2018 por la Universidad Nacional Santiago Antúnez de Mayolo, de Huaraz, da cuenta de una investigación exploratoria, explicativa y experimental acerca del cultivo de cushuro en diferentes profundidades con alimentación de agua constante. Ello, con el objetivo de conservar esta especie y promover su aprovechamiento sostenible.
La profundidad de una cocha construida en un ecosistema de humedal mostró una gran influencia en la producción piloto de cushuro, que a la vez depende de factores como la precipitación, la radiación solar y la concentración de nutrientes, concluyéndose que a menores profundidades hay una mejor producción de este superalimento altoandino.