El Centro para el Control Estatal de Medicamentos, Equipos y Dispositivos Médicos (CECMED) ha aprobado el uso de emergencia de estos inmunizantes, elaborados por el Instituto Finlay de Vacunas (IFV).

La combinación de dos dosis de Soberana 02 y una tercera con Soberana Plus alcanzó 91,2 % de efectividad en la prevención del nuevo virus, tras analizar los resultados de la tercera fase de los estudios clínicos, desarrollada con más de 40 000 voluntarios en ocho municipios de La Habana.

“Esto ha sido posible después de todo un riguroso proceso de evaluación” en las últimas semanas, en las que “se han evaluado todos los resultados relacionados con la efectividad y la eficacia de la vacuna”, ha señalado en un comunicado la directora del CECMED, Olga Lidia Jacobo.

Además, la funcionaria ha explicado que aprobó “una formulación de Soberana 02 y Soberana Plus que no contienen Tiomersal”, destinada a las personas que tienen alergia a esta sustancia.

Cuba enfrenta su peor crisis sanitaria de la pandemia, un mes después de que Abdala, otro inmunizante nacional, se convirtió en el primero hecho en América Latina, por lo que, actualmente, el país cuenta con tres fórmulas propias.

La fabricación de vacunas en Cuba se ha convertido en un éxito nacional, aún bajo los embargos impuestos por Estados Unidos contra la mayor de las Antillas.

Hasta la fecha, Cuba ha aplicado 12,3 millones de vacunas. Más de tres millones de personas han recibido las tres dosis, mientras 4,3 millones tienen dos aplicaciones y 4,8 millones una.

Cuba ha enviado vacunas a países como Venezuela, además de mantener programas conjuntos de fabricación de vacunas con Irán.