El cannabis es, junto al tabaco, el alcohol y la cafeína la droga más consumida en el mundo. Muchos países la han legalizado al tener en cuenta sus cualidades terapéuticas. Es una planta que tiene propiedades antiinflamatorias, mitiga el dolor crónico, funciona como relajante muscular y se ha convertido en una solución muy común para tratar a pacientes que precisan de quimioterapia porque es muy eficaz a la hora de reducir los efectos secundarios de este tratamiento administrado a los pacientes de cáncer.
En España, el debate sobre su legalización (actualmente no se persigue el consumo de marihuana, pero sí su tenencia) ha llegado ya a la clase política y al Congreso, que está desarrollando una propuesta de ley para regular el uso del cannabis con fines medicinales y recreativos.
Pero junto a los efectos beneficiosos reconocidos por la mayoría, no se puede esconder la existencia de otros efectos negativos asociados, sobre todo, al consumo reiterado del cannabis. El último Informe Europeo sobre Drogas hecho público señala que unos veinte millones de personas entre 15 y 64 años consumieron cannabis en el último año y estuvieron expuestos, por tanto, a los efectos del THC, una sustancia química que produce adicción y afecta a la mente tergiversando la percepción de la realidad. Es evidente que el consumo terapéutico tiene que efectuarse bajo vigilancia médica. Pero, ¿cuáles son los efectos principales del consumo de cannabis?
Estos son los principales efectos que se producen después de un periodo largo de consumo reiterado de cannabis.
Pérdida de la capacidad de concentración. Algunos estudios demuestran que el uso continuado de esta droga implica una reducción permanente de la capacidad cognitiva y del rendimiento intelectual, con el agravante de que después normalmente no se puede recuperar para volver al estado anterior al inicio del consumo.
Al poco tiempo se vuelve una adicción y conlleva, en muchos casos, la necesidad de consumir también otro tipo de drogas. Pérdida del autocontrol y episodios frecuentes de agresividad. Somnolencia. Pérdida de memoria. Pérdida de neuronas. Episodios psicóticos. Dificultades para adaptarse a tareas sociales y de relación con otras personas. Estos son los principales efectos inmediatos del consumo de cannabis.
Pérdida de memoria. Pérdida de la capacidad psicomotriz, lo que se traduce en lentitud y torpeza de movimientos.Problemas para pensar y razonar. de la facultad de aprendizaje. Sensaciones paranoicas. Estado depresivo. Sensación de miedo. Incremento del número de pulsaciones.Alucinaciones. Estado de ansiedad. Esta adicción es especialmente dañina durante la adolescencia, ya que el consumo reiterado y abundante de cannabis puede conllevar efectos negativos permanentes para el resto de la vida. Además, es una práctica que tiende a dificultar las relaciones personales y sociales en una época de crecimiento muy importante para que el adolescente integre las pautas sociales adoptadas por la mayoría.
Hace varios años se demostró también que el cannabis y sus derivados afectan a la memoria mediante la alteración de la sincronía entre las neuronas del hipocampo. Un estudio realizado con ratones hace poco más de una década descubrió nuevas claves para entender el funcionamiento del hipocampo, una parte del cerebro relacionado con la memoria inmediata, facultad que nos permite recordar hechos recientes.
Los resultados del experimento confirmaron que, tras la inyección de la droga cannábica, los ratones presentaban más dificultades en tareas relacionadas con la memoria espacial. En concreto, bajo los efectos del cannabinoide, los ratones, que debían recordar el camino correcto dentro del laberinto, acertaron solamente en el 53% de los casos, es decir, por azar. En estado normal fueron capaces de llevar a cabo la misma tarea con éxito en el 88% de los intentos.