Junto al agua, el té es una de las bebidas de mayor popularidad y tradición en el mundo. Normalmente, se produce a partir de las hojas de la reconocida planta Camellia Sinensis y es el segundo líquido más consumido en la Tierra.
Las hojas de té son reconocidas por contener cafeína y con regularidad son usadas secas, ya que en este estado las sustancias químicas en las hojas se descomponen por medio de enzimas, lo que les da a las hojas su color oscuro y el inconfundible aroma del té.
El té es reconocido por ser un elemento natural y traer muchos beneficios para la salud. Aunque la planta del té procede del sur de China y el sudeste asiático, ahora es posible cultivarla en todo el mundo. Además, se puede conseguir en bolsitas o en envases de té helado listos para beber.
Así mismo, existe una gran variedad de tés, los cuales, dependiendo con lo que sean hechos, pueden contener aminoácidos, carbohidratos, proteínas, clorofila, fluoruro, aluminio, entre otros nutrientes, según el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos.
Entre dichas variedades se encuentra el té negro, el cual, posee una gran variedad de compuestos beneficiosos para el cuerpo. De hecho, se destacan dos cualidades de esta bebida:
Reduce el colesterol malo