La inflamación de los ganglios linfáticos ocurre como respuesta del sistema inmunológico frente a una infección bacteriana o viral, debido a que actúan como una barrera que atrapa estos microorganismos evitando que la infección se extienda a otras partes del organismo. Los ganglios del cuello suelen inflamarse después de infecciones leves como gripes, resfriados o inflamación de la garganta.En casos menos frecuentes la inflamación de estos ganglios también puede ser un signo de un problema más grave, como cáncer, SIDA o un tumor en la zona en donde se encuentra el ganglio. Es importante acudir a un médico general cuando el bulto en el cuello no desaparece con el tiempo o aparecen otros síntomas, como cansancio excesivo, dificultad para tragar, malestar general o pérdida de peso sin razón aparente, para que realice una evaluación que permita identificar cuál es la causa y se indique el tratamiento más adecuado. Vea otras causas de ganglios inflamados en otras regiones del cuerpo. Las principales causas de inflamación de los ganglios linfáticos en el cuello son: Son una de las principales causas de inflamación de los ganglios del cuello, ocurriendo debido a que el organismo está actuando para atacar la infección causada por el virus de la influenza como el H1N1 o H3N2 o el del resfriado. En estas enfermedades los nódulos linfáticos pueden aparecer en cualquier lugar del cuello. Vea cómo identificar la gripe.
Qué hacer: se debe consultar un médico general para que indique un tratamiento para la gripe o el resfriado, que generalmente consiste en el uso de analgésicos, antiinflamatorios y medicamentos para tratar los síntomas como la tos y la fiebre, haciendo que los nódulos desaparezcan cuando el virus es eliminado.Aunque la garganta inflamada puede surgir en los casos de gripe, también puede ocurrir debido a infecciones bacterianas como sucede en la amigdalitis, por ejemplo. En estos casos, los ganglios linfáticos se inflaman debido al exceso de trabajo del sistema inmune para combatir la infección.Además de los nódulos linfáticos, que normalmente surgen en el lateral del cuello, también es posible tener otros síntomas como dolor en la garganta, especialmente al tragar, fiebre y mal aliento.
Qué hacer: se aconseja consultar a un médico general para evaluar la causa del dolor de garganta, que en caso de ser por una infección bacteriana puede recomendar el uso de antibióticos para su tratamiento. Vea cómo tratar la garganta inflamada con remedios caseros en el video a continuación: Las infecciones del oído son semejantes a las inflamación de la garganta, pudiendo activar el sistema inmune y hacer que los ganglios linfáticos se inflamen, especialmente en la región que se encuentra por detrás de las orejas.Este tipo de infección provoca todavía síntomas como dolor en el oído, dificultad para escuchar, comezón, mal olor o producción de pus.
Qué hacer: debe acudir al médico para que evalúe la infección e inicie el tratamiento antibiótico en caso de ser necesario. Generalmente los ganglios desaparecen cuando la infección se trata. Las heridas y picadas son sitios donde las bacterias y virus pueden entrar fácilmente en el organismo, y cuando esto ocurre el sistema inmune comienza a trabajar para eliminar el problema. En los casos más graves en el que existe un elevado número de microorganismos, el sistema inmune trabaja en exceso y puede causar la inflamación de los ganglios linfáticos.
Qué hacer: se debe identificar el sitio de la herida o picada y evaluar si existen señales de infección como enrojecimiento, hinchazón y dolor intenso. En caso que esto ocurra se debe acudir a un médico general para iniciar el tratamiento más adecuado. Las enfermedades autoinmunes como lupus o artritis reumatoide, así como VIH/SIDA afectan gravemente el sistema inmune, y debido a esto, las células de defensa del organismo pueden acumularse en los ganglios linfáticos, provocando su inflamación y como consecuencia el aumento de tamaño. En estos casos los nódulos pueden aparecer en varios sitios del cuerpo además del cuello, y también es común el surgimiento de otros síntomas como dolor muscular, náuseas, vómitos y sudoración nocturna. Qué hacer: si se sospecha de la presencia de alguna enfermedad autoinmune se recomienda acudir al médico general, para que sea evaluado e indique la realización de exámenes que ayuden a identificar el problema y luego iniciar el tratamiento más adecuado según el caso. Los distintos tipos de cáncer exigen un trabajo muy grande por parte del sistema inmune y es por esto, es común que aparezcan nódulos linfáticos en varias regiones del cuerpo. Además los tipos más frecuentes de cáncer que provocan esto son los linfomas y la leucemia. Vea una guía completa sobre la leucemia. Qué hacer: cuando todas las otras causas ya fueron excluidas, pero los ganglios siguen inflamados es necesario la realización de exámenes de sangre para identificar marcadores tumorales u otros exámenes que ayuden a diagnosticar la presencia de algún cáncer o tumor en el organismo, como lo son la tomografía computarizada o la resonancia magnética. Conozca cuáles son los exámenes que ayudan detectar la presencia de un cáncer en el organismo aquí. Como los nódulos linfáticos son la respuesta del organismo en relación a la presencia de microorganismos invasores y/o a la presencia de un proceso inflamatorio, su tratamiento consiste en eliminarlos. Por esto puede ser necesario la ingesta de analgésicos, antiinflamatorios o de inclusive antibióticos, dependiendo de la causa que genere el aumento de los ganglios. Aunque no sea muy frecuente, los nódulos linfáticos en el cuello pueden ser uno de los síntomas de un linfoma, un tipo de tumor que afecta al sistema inmune. En los casos donde se diagnostica esta enfermedad es necesario recurrir a un Oncólogo para que sean realizados tratamientos como radioterapia y quimioterapia para combatir la enfermedad. Un excelente remedio casero es la realización de un cataplasma de arcilla con cebolla, debido a que al ser absorbida a través de la piel ayuda al organismo a combatir los agentes invasores. Para prepararlo es necesario:
Ingredientes
- Arcilla;
- Cebolla rallada;
- Gasas.
Mezclar en un frasco un poco de arcilla y de cebolla rallada, aplicar esta mezcla sobre el ganglio inflamado y cubrirla con una gasa durante 15 minutos para que sea absorbida.
Además de esto, también se debe aumentar el consumo de alimentos ricos en vitamina C y aumentar la ingesta de agua, con la finalidad de fortalecer las defensas del organismo para ayudar a combatir más fácilmente la enfermedad. Vea cómo subir las defensas del organismo. Ya que la inflamación de los ganglios del cuello pueden ser señal de problemas graves, se recomienda consultar un médico general cuando surgen sin ninguna razón aparente, cuando aumentan de tamaño a lo largo del tiempo, son muy duras o están acompañadas de otros síntomas como: fiebre persistente, sudores nocturnos o pérdida de peso.