La gastroenteritis es la consecuencia habitual de una intoxicación alimentaria. Provoca náuseas o vómitos, diarreas, dolores estomacales y un estado de malestar generalizado. Una de las intoxicaciones más habituales en verano son las infecciones por la bacteria salmonella que es habitual en los huevos y en productos derivados del huevo, como las salsas. Otros alimentos que pueden dar problemas en estas fechas son el marisco y, en general, el pescado en mal estado. Si no se han conservado correctamente, es muy probable que liberen toxinas que al ingerirlas acaban generando una reacción dolorosa y desagradable.
Una de las características de este tipo de intoxicaciones es que pueden llegar a afectar a varios miembros de una misma familia o grupos de amigos, ya que el alimento contaminado es ingerido por varias personas en una comida en grupo. En estos casos, el mal de muchos no consuela a nadie.
El único consuelo es encontrar el consejo de un experto y seguir cuanto antes sus recomendaciones. Eso es, precisamente, lo que el seguro de salud ofrece a todos sus asegurados a través de su servicio telefónico de asistencia médica. Tras detectar los primeros síntomas, una llamada rápida y un consejo certero te garantizan que, si sigues las recomendaciones, sentirás alivio y todo lo que hagas ayudará a que recuperes tu bienestar lo antes posible. Este servicio atiende las 24 horas todos los días del año.