La infección pulmonar, también llamada infección respiratoria baja, puede ser aguda cuando surge en 7 días o crónica cuando surge lentamente. Esta infección puede ser causada por virus, parásitos, hongos o bacterias, que penetran en las vías respiratorias y se alojan en los pulmones, generando síntomas como fiebre, tos, catarro y dificultad para respirar. Su tratamiento se realiza con antibióticos a nivel hospitalario o en casa dependiendo el estado de salud de la persona.
Cuando haya sospecha de alguna infección en los pulmones es importante consultar a un neumólogo, médico general o pediatra, o en los casos más graves acudir a un centro de salud o servicio de urgencias para confirmar el diagnóstico e iniciar el tratamiento más adecuado que puede incluir el uso de antibióticos, internamiento en el hospital o reposo.
Los síntomas iniciales de infección pulmonar pueden ser los mismos síntomas de una gripe, resfriado común e incluso otitis, ya que puede haber dolor de garganta y dolor en el oído. Sin embargo, si los síntomas son persistentes y empeoran con el paso de los días, puede indicar la presencia de una infección pulmonar, cuyos principales síntomas son:
- Tos seca o con secreción;
- Fiebre alta y persistente;
- Pérdida de apetito;
- Dolor de cabeza;
- Dolor de pecho;
- Dolor en la espalda;
- Dificultad para respirar;
- Respiración rápida y superficial;
- Secreción y congestión nasal.
En presencia de estos síntomas es importante consultar un médico general, pediatra o un neumólogo para que realice el diagnóstico de infección pulmonar a través de la auscultación, examen de sangre, radiografía de tórax y análisis del esputo para identificar cuál es el agente causante de la infección.La infección pulmonar puede ser producida por hongos, virus y bacterias que pueden entrar en el organismo por medio de la inhalación de gotitas respiratorias de personas infectadas que son liberadas al toser, estornudar o hablar .Los hongos se encuentran normalmente suspendidos en el aire y normalmente son inhalados, sin embargo en raras ocasiones producen signos y síntomas, ya que logran ser combatidos por el organismo. Asimismo, cuando el sistema inmune se encuentra debilitado debido a una enfermedad o al uso de medicamentos puede haber desarrollo de enfermedades respiratorias causadas por hongos. Existen 3 tipos principales de infección pulmonar que pueden tener diferentes causas:La neumonía se produce cuando hay una inflamación del parénquima pulmonar que es la pared del pulmón responsable del intercambio de oxígeno y dióxido de carbono. Las causas más comunes de este tipo de infección son bacterianas del tipo Streptococcus pneumoniae, Haemophilus influenzae y Mycoplasma pneumoniae, así como virales, como en la gripe. Cuando de desarrolla un neumonía, los síntomas más comunes son fiebre mayor a 38ºC, respiración rápida, tos, dolor en el pecho y flemas verdosas o con sangreLa bronquitis es la inflamación de los bronquios, que son los canales que reciben aire en los pulmones. La causa más común para este tipo de infección es el virus de la gripe, pero también puede producirse por la infección de bacterias como Mycoplasma pneumoniae, Chlamydia pneumoniae o Bordetella pertussis. No en todos los casos de bronquitis se desarrolla fiebre y las flemas son blanquecinas o amarillentas. Otros síntomas incluyen ruidos al respirar, tos constante y cansancio.La bronquiolitis es más común en bebés menores de 2 años y se caracteriza por la inflamación de los bronquiolos, que son las vías más estrechas del aparato respiratorio que reciben el aire desde los bronquios. La principal causa de esta infección es viral, especialmente el virus sincitial respiratorio. Los síntomas que pueden hacer sospechar de bronquiolitis incluyen sibilancias al respirar, respiración rápida, apertura de la nariz al respirar y aumento del cansancio e irritabilidad.La COVID-19 también es un tipo de infección que afecta los pulmones, siendo ocasionada por el virus SARS-CoV-2. Esta enfermedad puede ocasionar cansancio excesivo, dolor muscular, dolor de cabeza y fiebre, por ejemplo.Por este motivo, es importante que la infección sea identificada para que la persona se mantenga aislada y se evite el contagio a otras personas. Además, en los casos en que los síntomas son muy intensos y se presenta dificultad para respirar, es importante que la persona acuda al hospital para que se evalúe la saturación de oxígeno y si hay o no necesidad de colocarle oxígeno. El diagnóstico es realizado por el médico general o el neumólogo a través de la evaluación de los signos y síntomas que la persona presenta.Además de esto, el médico podrá solicitar exámenes de imagen como una radiografía de tórax, así como análisis de sangre y exámenes microbiológicos a partir del esputo o de una muestra de la mucosa nasal, esto permite identificar cuál es el microorganismo asociado a la infección, siendo posible iniciar el tratamiento con el medicamento más adecuado. El tratamiento para la infección pulmonar generalmente se realiza con reposo, hidratación y en algunos casos se indica la ingestión de antibióticos durante 7 a 14 días recetados por el médico. Además de esto, también podrá indicar la ingesta de analgésicos para aliviar el malestar y antipiréticos para La fisioterapia respiratoria puede ser indicada en adultos de la tercera edad que se encuentran encamados, así como en individuos que se encuentran hospitalizados con el objetivo de ayudar a eliminar las secreciones y mejorar la capacidad respiratoria, mejorando el aporte de oxígeno para todo el organismo. L