La resistencia a los antimicrobianos (RAM) representa una amenaza creciente a la salud pública mundial, regional y nacional por su impacto en la morbilidad, mortalidad y costo económico. A nivel mundial, unas 700 000 personas mueren cada año por infecciones resistentes a los antimicrobianos, según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Sin embargo, de no tomarse medidas contundentes para contrarrestar esta problemática, se estima que hacia el año 2050 la cifra de fallecimientos por la resistencia a los antibióticos llegue a diez millones cada año, convirtiéndose en la primera causa de muerte.
Cabe recordar que los antimicrobianos son medicamentos que se utilizan para prevenir y tratar infecciones en los seres humanos, los animales y las plantas, pero su efecto puede verse reducido si se utilizan en forma indebida y excesiva.
Es así como este problema no solo involucra a la salud humana, también incluye a la salud animal, los alimentos, la agricultura, la ganadería y al medio ambiente en general. Esto último hace referencia al actual enfoque denominado “Una Salud” que vienen promoviendo los gobiernos a nivel global.
Debido al impacto de la resistencia a los antimicrobianos en la salud global y el impacto económico a los países, diversas economías vienen implementando sus planes nacionales de acción frente a la RAM.
El Perú se ha sumado a este esfuerzo global y ha instalado una comisión multisectorial, la cual ha puesto en marcha el “Plan nacional para enfrentar la resistencia a los antimicrobianos”, un documento basado en el enfoque de “Una Salud”. Esto, con la finalidad de articular e integrar una respuesta al incremento de esta amenaza.