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Salud

Los contagios de la ómicron descienden en Sudáfrica tan rápido como subieron

Los expertos se muestran optimistas, pero mantienen la prudencia respecto a extrapolar consecuencias al resto del mundo

JOSÉ NARANJO
Un sanitario administra una dosis de la vacuna de Pfizer contra la covid-19 en Johanesburgo, Sudáfrica, el 4 de diciembre.SUMAYA HISHAM (REUTERS)

La curva de casos de covid-19 en Sudáfrica, donde se identificó por primera vez la variante ómicron a mediados de noviembre y donde es mayoritaria, muestra una clara tendencia a la baja en los últimos días tras alcanzar un máximo de contagios diarios el 17 de diciembre, cuando se llegó a la cifra de 23.437 casos nuevos. A partir de entonces, el número de infecciones ha ido en descenso hasta llegar a poco más de 15.000 el pasado domingo. La clave está en la provincia de Gauteng, donde surgió la variante y epicentro de la enfermedad. “Todo apunta a que hemos superado el pico de las infecciones en Gauteng”, aseguraba la semana pasada a los medios Michelle Groome, responsable del Instituto Nacional de Enfermedades Transmisibles de Sudáfrica.

Por su parte, Marta Nunes, investigadora principal del departamento de análisis de vacunas y enfermedades infecciosas de la Universidad de Witwatersrand, en Johanesburgo, compartió el optimismo de la doctora Groome y aseguró a Associated Press: “La caída de nuevos casos a nivel nacional combinada con la caída sostenida de nuevos casos vista aquí en la provincia de Gauteng, que durante semanas ha sido el centro de esta ola, indica que hemos superado el pico”. En este sentido, manifestó que “fue una onda corta (…) y la buena noticia es que no fue muy grave en términos de hospitalizaciones y muertes”, dijo. “No es inesperado en epidemiología que un aumento muy pronunciado, como el que vimos en noviembre, sea seguido por una disminución pronunciada”, concluyó.

La curva de esta ola de covid en Sudáfrica, donde la variante ómicron es dominante, se asemeja a una montaña muy escarpada, mucho más que en las olas anteriores, pero su bajada también está siendo muy brusca. Que Sudáfrica haya sido el primer país donde se detectó el nuevo linaje y que un mes y medio más tarde los casos muestren una tendencia a la baja está siendo acogido con un prudente optimismo por la comunidad científica. Dicho descenso es más drástico todavía en la provincia de Gauteng, la más poblada de Sudáfrica, pues allí se encuentran su ciudad más habitada, Johanesburgo, y su capital, Pretoria, donde el 90% de los casos detectados pertenecen a la ómicron.

Los contagios cayeron en dicha provincia de 16.000 el 12 de diciembre a poco más de 3.000 diarios la semana pasada. Aunque estas cifras son muy positivas respecto a la evolución de la pandemia, los expertos mantienen la prudencia porque son conscientes de que el virus sigue circulando. Ridhwaan Suliman, investigador del Consejo de Investigaciones Científicas e Industriales de Sudáfrica, aseguró a través de Twitter que los casos habían descendido en la última semana en el país en un 19%, aunque la positividad (porcentaje de positivos en las pruebas realizadas) seguía siendo alta, en torno a un 29%. Asimismo, aunque las hospitalizaciones aumentaron respecto a la semana anterior, tienden a ralentizarse.

Un grupo de personas hacen cola para una prueba PCR en el laboratorio Lancet, en Johanesburgo el 30 de noviembre.
Un grupo de personas hacen cola para una prueba PCR en el laboratorio Lancet, en Johanesburgo el 30 de noviembre.EMMANUEL CROSET (AFP)

Menos severa, con cautelas

Los datos procedentes de Sudáfrica también sugieren que la ómicron es entre un 70% y un 80% menos severa que la variante delta, según aseguró John Nkengasong, director de los Centros para el Control de Enfermedades (CDC) africanos, durante una rueda de prensa. Pero en este caso también se reclama prudencia. “Estos datos no deberían extrapolarse a todos los países, tenemos que interpretarlos con cautela”, dijo, revelando que factores como la media de edad de una población joven como la sudafricana podría desempeñar un papel relevante en los mismos.

“En términos de la duplicación diaria masiva que estábamos viendo hace poco más de una semana con números enormes, eso parece haberse resuelto”, reiteró a Associated Press la profesora Veronica Uekermann, jefa del equipo de respuesta ante la covid-19 en el Hospital Académico Steve Biko, en Pretoria, quien puso el acento en que la mayor parte de los pacientes hospitalizados no están vacunados. En Sudáfrica, solo el 26,25% de la población ha recibido la pauta completa de inmunización, según los datos de Our World in Data, un repositorio de la Universidad de Oxford. “Ninguno de mis pacientes en la UCI está vacunado”, dijo Uekermann, “así que a nuestras personas vacunadas les está yendo mejor en esta ola, sin duda. Tenemos algunos pacientes que están muy enfermos con covid grave, y estos son pacientes no vacunados”.

La variante ómicron fue detectada a mediados de noviembre en Sudáfrica, en concreto en la provincia de Gauteng, donde rápidamente se convirtió en el linaje dominante reemplazando a la delta. El alto número de mutaciones que presentaba hizo pensar a la comunidad científica que podía ser mucho más contagiosa, algo que se confirmó con el paso de las semanas, y también que quizá podía ser más letal por su capacidad para burlar la inmunización. Sin embargo, estudios preliminares desarrollados en hospitales sudafricanos a mediados de diciembre revelaban que sus síntomas eran más leves que la delta, al menos entre los ya vacunados.

TOMADO DE: EL PAIS

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