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Salud

¿Por qué es tan fácil engordar y tan difícil bajar de peso?

Comer es uno de los placeres de la vida pero……… lleva implícito el riesgo de engordar. Todo en esta vida ofrece siempre beneficios y riesgos; no hay nada cien por ciento seguro. No nos extrañe entonces, que comer tenga riesgos también.

Si nos detenemos a pensar un instante en el número de personas que en éste momento están deseando perder kilos para verse o sentirse mejor, en razón de una enfermedad o por cualquier otro motivo, caeremos en cuenta que la cifra es muy alta.Seguro estarás de acuerdo conmigo, si digo que engordar es muy fácil, tan fácil como ir cuesta abajo en una montaña. Igualmente lo estarás, si digo que rebajar es mucho más difícil, como ir ahora cuesta arriba por el mismo camino por el que acabamos de descender. ¿Cuál será la razón de esta situación tan cotidiana?.Debemos en primer lugar saber que la obesidad no se hace de la noche a la mañana, de la semana pasada a ésta semana, ni del mes pasado al de hoy. Nos engordamos despacio, a una velocidad de año por año; es debido a esta velocidad lenta de engorde que la mayoría de los pacientes no se percatan de su aumento de peso hasta que están obesos. Ejemplo: un exceso de 40 kilos en una persona de 55 años se pudo haber hecho a lo largo de 20 años, a razón de 2 kilos por año. !FACILITO! ENTONCES, ENGORDAR LENTAMENTE ES UNA “REALIDAD REAL”. Si no ponemos atención a ésta verdad y nos dejamos llevar por la inercia con la que acostumbramos vivir nuestras vidas, terminaremos aceptando casi como una fatalidad, esta realidad.Analicemos un poco otras razones de esta tendencia a engordar. En primer lugar, nos engordamos por la boca y en segundo término porque no nos movemos suficientemente; así de sencillo. Si usted no come, no es posible que engorde, así no se mueva y se esté quietecito, porque usted sabe que el organismo tiene que gastar calorías diariamente para estar vivo, así este durmiendo plácidamente. Si usted come, pero al mismo ritmo gasta haciendo ejercicio, deporte, trabajo físico duro, usted no engordará, porque la situación se mantiene balanceada. Pero si usted ingiere diariamente más calorías de las que gasta, entonces le quedará un excedente calórico de tamaño variable todos los días que será almacenado en su grasa corporal haciendo que usted aumente de peso lenta y progresivamente; ésta situación es el fundamento del problema que estamos discutiendo.Otro aspecto de esta situación es que comer es muy agradable. Se come para calmar una necesidad que se llama hambre, pero también se come sin sentirla o sea por placer o por gula, o lo que es más grave, inconscientemente, por hábito. Comer no es tarea difícil. Por el otro lado, hacer ejercicio, no es fácil, sobre todo al principio, pues estamos desacondicionados físicamente. Entonces, como seres humanos que somos, preferimos lo fácil a lo que implique esfuerzo. Como consecuencia lógica, aumentar de peso es el resultado de unas fuerzas contrarias: comer y no movernos; bajar de peso, exige fuerza de voluntad y fuerza física; lo primero, solo exige dejarnos llevar sin más. Con esto quiero decir que tantos y tantos métodos que se comercializan, para rebajar de peso son mentiras y lo malo es que por desinformación, desespero, novelería, entre muchas otras razones, nos sometemos a tratamientos que pueden amenazar nuestra salud. “Pierda 15 kilos en 8 días; sin cirugía, sin dejar de comer, sin hacer ejercicio; si no le funciona le devolvemos el dinero”. El objetivo que busco con éste documento es darle la información necesaria para que tenga el criterio suficiente para decidir qué le conviene en materia nutricional y no se deje engañar. Los alimentos y el ejercicio no se pueden comparar fácilmente como cuando digo que un huevo es equivalente a dos tajadas de jamón por ejemplo; la cosa no es tan precisa al poner en la balanza un (1) plato de comida y una (1) hora de ejercicio; esta relación 1 a 1 no es válida realmente. Los alimentos y la actividad física solo se pueden comparar sobre la base de las calorías que tiene cada porción de alimento y de las calorías gastadas por cada tipo de ejercicio realizado. Debemos conocer que la comida es muy energética y el ejercicio no es tan gastón de calorías como pareciera ser en comparación con nuestro esfuerzo. Siempre tendemos a subvalorar las calorías que nos comemos y a sobrevalorar las calorías que gastamos cuando hacemos ejercicio. !ERROR MAS GRANDE NO PODEMOS COMETER!

Un ejemplo: Supongamos que usted ha consumido los siguientes alimentos. Usted le consignó 300 calorías a su organismo en 15 minutos que gastó desayunando tranquilamente en su apartamento, solo o en una grata compañía.

Ahora si viene lo bravo: ¿sabe Usted cuánto ejercicio tiene que hacer para quemar esas inocentes 300 calorías que se comió?; ¡NI TE LO IMAGINAS! como dice la canción. A continuación te daré la cantidad aproximada de tiempo y tipo de ejercicio que debes hacer para gastarte tu desayunito:

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