El uso de hisopos para limpiar tus oídos es algo que muchas personas hacen como quien se lava las manos o asea cualquier parte de su cuerpo. Sin embargo, la realidad es que ninguna marca de hisopos vende ni promociona estos productos para este propósito. Esto coincide con la recomendación de los especialistas en no utilizarlos para la limpieza del canal auditivo.
Los hisopos de algodón tienen diversos fines tanto para el aseo personal, el de bebes, aplicar algún tipo de crema en pequeña cantidad, tomar muestras para algún experimento con bacterias, etc. Pese a ello, en el colectivo mental de la población siempre se les suele asociar primero con limpiar los oídos. En ese sentido, es importante tomar conciencia de cómo esto puede ser malo para la salud.
El hisopo es un instrumento con forma de bastoncillo que acaba con dos puntas de algodón. Su función está principalmente vinculada al ámbito de la medicina y para el aseo. La forma de este permite alcanzar lugares estrechos, por lo que es muy útil para superficies de difícil acceso y que son delicadas. Por ejemplo, sirven en casa para quitar el polvo de las piezas internas de una PC.
Contrario a la creencia y uso popular, el uso del hisopo para limpiar tus oídos es una práctica riesgosa y que puede ocasionar daños en tu cuerpo. No hay problema con emplearlo para la parte externa de la oreja, pero no debe ser introducido en el canal auditivo. La principal razón para esto es que dicha acción aumenta el riesgo de perforar la membrana del tímpano.
En cuanto a voces locales, el doctor Julio Lee Lu (otorrinolaringólogo del Hospital Dos de Mayo) y la doctora Mirtha Bendezú Chonta (otorrinolaringóloga del Hospital II Vitarte de EsSalud) advirtieron en su momento que el uso de hisopos en los oídos puede causar obstrucción del órgano, disminución de la audición y, en el peor de los casos, perforar el tímpano. La piel del canal auditivo es muy delicada y sensible.
Asimismo, el artículo científico “Cotton-tip applicators as a leading cause of otitis externa” (2004) demostró que, en efecto, usar hisopos para limpiar los oídos es dañino. Se trabajó con un grupo de niños que padecían otitis externa, definida como la infección del canal auditivo externo. Este fue comparado con otro grupo de control de infantes que no lo padecían.