Los ronquidos aparecen cuando el aire no fluye correctamente por la nariz o la boca. Cuando esto ocurre, el aire pasa forzosamente por una zona obstruida, lo que hace que los tejidos blandos de la boca, la nariz y la garganta choquen entre sí y vibren. Esta vibración es lo que general el ruido de los ronquidos.
Roncar es algo supercomún y todo el mundo lo hace en algún momento de su vida. Sin embargo, suele ser más habitual entre los hombres de más de 50 años con sobrepeso u obesidad.
Hay varios factores y condiciones que pueden bloquear el paso del aire y provocar ronquidos.
Algunas personas solo roncan cuando es temporada de alergia o tienen sinusitis, ya que ambas cosas bloquean las vías nasales.
Cuando los músculos de la lengua y la garganta están demasiado relajados, pueden obstruir las vías respiratorias.
El sobrepeso puede provocar esto. Asimismo, algunos niños roncan debido al gran tamaño de sus amígdalas y adenoides.
Beber alcohol o tomar relajantes musculares también puede hacer que los músculos de la lengua y la garganta se relajen más de la cuenta.
Dormir boca arriba también puede provocar ronquidos, al igual que usar una almohada demasiado blanda o grande.
Por sorprendente que parezca, otro factor que puede influir es la falta de sueño, ya que los músculos de la garganta pueden relajarse demasiado si no duermes lo suficiente.
Roncar de manera ocasional a consecuencia de la gripe o un resfriado no suele ser problemático, pero hacerlo con fuerza y frecuencia puede ser un indicio de apnea del sueño.
Un estudio reveló que la intensidad de los ronquidos está relacionada con el riesgo de desarrollo de aterosclerosis. Básicamente, se trata de un estrechamiento de las arterias del cuello debido a una acumulación de depósitos de grasa que puede acabar provocando un derrame cerebral.
La apnea del sueño también está vinculada con los problemas cardiovasculares como la hipertensión y la enfermedad coronaria, lo que puede acabar desencadenando un infarto.
La gente que ronca o padece apnea del sueño de manera regular también corre un mayor riesgo de sufrir arritmia.
Quienes sufren apnea del sueño también pueden desarrollar ERGE debido a la forma en que su garganta se cierra cuando el aire entra y sale al dormir. Esto provoca cambios de presión que pueden hacer que el contenido del estómago regrese al esófago. Tanto la ERGE como la apnea del sueño están relacionadas con el sobrepeso.
La falta de descanso a causa de los ronquidos o la apnea del sueño puede tener graves consecuencias. Por ejemplo, si te levantas cansado todos los días, corres el riesgo de quedarte dormido mientras conduces.
La apnea del sueño afecta al descanso, lo que a su vez influye en el bienestar y, por lo tanto, puede provocar cambios de humor e incluso depresión.
El aumento de peso puede hacer que algunas mujeres empiecen a roncar durante el último trimestre de embarazo, algo que puede tener consecuencias fatales para el feto. Si este es tu caso, coméntaselo a tu médico de familia o a tu ginecólogo obstetra.
¿Sueles levantarte con dolor de cabeza? Puede que se deba a que roncas o a que padeces apnea del sueño. Los estudios apuntan a que la gente que ronca con frecuencia suele tener jaqueca y trastornos del sueño como el insomnio.
Este es un síntoma serio de la apnea del sueño. Si tu respiración se ve interrumpida durante más de 10 segundos, ve al médico.
Varios estudios demuestran que los hombres que más alto y a menudo roncan suelen experimentar una mayor insatisfacción sexual. Aunque ninguno de ellos presente signos fisiológicos de una menor respuesta sexual, los ronquidos parecen afectar a su libido.
Debido al exceso de peso alrededor del cuello, muchas personas con sobrepeso sufren apnea del sueño, lo que hace que les cueste más respirar por la noche. La parte positiva es que perder peso mejora los síntomas relacionados con los trastornos del sueño.
Levantarse para ir al baño dos o más veces durante la noche es una condición conocida como nocturia. También está vinculada con roncar tanto en el caso de los hombres como en el de las mujeres.
Roncar también puede afectar al descanso de la otra persona y hacer que esta se desespere. De hecho, quienes tienen parejas que roncan pueden acabar roncando también como consecuencia de la falta de sueño.
En algunos casos, los ronquidos pueden tratarse con cirugía para reducir o eliminar el exceso de tejido o corregir un problema estructural. Muchos de estos procedimientos son mínimamente invasivos.
Sin embargo, existen tratamientos no quirúrgicos que pueden mejorar la postura o abrir más las vías durante la noche.
Los cambios de estilo de vida, como evitar consumir alcohol antes de ir a la cama, cambiar la postura en la que se duerme y mantener un peso saludable, pueden ayudar a reducir los ronquidos.
Los medicamentos para la alergia y los resfriados también pueden aliviar la congestión nasal y mejorar la respiración.
Llevar férula dental también puede ayudar a mantener la mandíbula en la posición adecuada para permitir el correcto paso del aire.