El dolor de espalda al respirar es muy común y es también uno de los motivos principales por los que la gente acude al médico o pide la baja en el trabajo. Existen varias medidas que podemos llevar a cabo desde casa para tratar este tipo de dolor y, por norma general, no será necesaria la hospitalización ni la intervención quirúrgica.
El dolor en la espalda puede llegar a ser preocupante en los siguientes casos:
Cuando se prolonga por varias semanas.
Cuando su intensidad no remite al estar en reposo.
Si el dolor se extiende por las piernas, especialmente si llega por debajo de la rodilla.
Si produce debilidad, hormigueo o entumecimiento de las piernas.
Cuando está acompañado de una pérdida de peso sin motivo aparente. Desde Aiudo, recomendamos acudir al médico lo antes posible para que el profesional de la salud realice las pruebas y exámenes pertinentes que nos ayuden a descartar posibles complicaciones. Esto es especialmente relevante en el caso de las personas mayores, pues este tipo de dolor puede mermar significativamente su calidad de vida.
- Escoliosis: se trata de una curvatura lateral de la vértebra que suele ser frecuente entre los adolescentes, aunque puede afectar a personas de cualquier edad. Puede suceder que, en ocasiones, esta curvatura sea tan acusada que llegue a provocar presión sobre los pulmones y por eso se sienta dolor al respirar.
- Cifosis: se trata de una curvatura de la columna vertebral hacia adelante que puede dar lugar a una postura corporal encorvada. Al igual que lo que ocurría en el caso anterior, la curvatura puede suponer un aumento de la presión en los pulmones. Este problema puede desarrollarse en la adolescencia, aunque también como resultado de algún accidente o como consecuencia del proceso de envejecimiento.
- Ataque cardíaco: este tipo de complicación es más frecuente entre los adultos mayores y requiere de atención médica inmediata. Al dolor en la espalda al respirar puede sumarse una sensación de dolor en el pecho, dolor en uno o ambos brazos, dificultad para respirar, náuseas, aturdimiento, etc. Como familiares o personas cuidadoras a cargo de una persona mayor, debemos estar muy atentos ante cualquier indicio y llamar a los servicios de emergencia lo antes posible.
- Obesidad: el sobrepeso trae consigo múltiples complicaciones y entre ellas se encuentra el hecho de que se añade una carga excesiva sobre algunas partes de nuestro cuerpo, entre las que se encuentra la espalda. Es por esto que las personas con obesidad pueden llegar a sentir dificultad al respirar hondo.
- Neumonía: los síntomas de la neumonía son diversos, pero pueden incluir dolor abdominal, dolor en el pecho y dolor en la espalda al respirar o toser, además de los típicos síntomas de fiebre, escalofríos, sibilancias, tos con mucosidad, etc.
- Distensión muscular: se trata de pequeñas lesiones en las fibras musculares, producidas por haber realizado un gran esfuerzo con los músculos de la espalda. A veces puede ser consecuencia de la actividad física o incluso de toser fuerte en un episodio de gripe. El dolor al respirar hondo también puede ser causado por problemas de la pared torácica, como fracturas de costillas o lesiones musculares en la espalda y el pecho. Otra causa bastante común es la pleuritis, o inflamación de la membrana que rodea los pulmones.
Sentir dolor muscular de la espalda alta al respirar puede ser el resultado de una mala postura, una lesión o una sobrecarga muscular. Normalmente, el tratamiento suele incluir reposo, ejercicios suaves o la visita a un fisioterapeuta. Algunas causas comunes del dolor en esta zona comprendida entre la base del cuello y la parte inferior de la caja torácica son: las malas posturas, una mala condición física, la distensión muscular, las lesiones traumáticas, las hernias de disco, el pinzamiento de los nervios, etc.
El dolor de espalda alta cerca de los pulmones puede ser causado por factores como problemas pulmonares, problemas de columna vertebral, lesiones musculares y estrés. Es importante buscar atención médica si se experimenta dolor de espalda alta cerca de los pulmones, especialmente si se acompaña de otros síntomas como dificultad para respirar, fiebre, fatiga o pérdida de peso.
En los casos en los que el dolor es bastante agudo, podemos sentir cómo éste se intensifica al respirar. Algunos consejos para evitar que los mayores padezcan dolor de espalda alta son los siguientes:
Entrenar los músculos para fortalecer la zona.
Vigilar las postura adoptadas, especialmente al dormir o al estar sentados por tiempo prolongado.
Evitar los movimientos muy repetitivos que afecten a esta zona a lo largo del día.
Prestar atención a los obstáculos presentes en el hogar o en la calle, para evitar tropezar y caer, lo cual podría provocar diversas lesiones. La espalda media está comprendida por la columna dorsal, que consta de 12 vértebras, y es la zona de menos movilidad de la espalda. El dolor localizado en esta zona se llama «dorsalgia» y, tradicionalmente, se le ha dado menos importancia que al dolor de espalda alta o al dolor lumbar. Algunas causas del dolor en la espalda media al respirar son: lesiones en la zona, alteraciones musculares, problemas relacionados con el envejecimiento, el sobrepeso, el sedentarismo, enfermedades autoinmunes, artritis reumatoide, etc. El tratamiento para la dorsalgia puede incluir el tratamiento fisioterapéutico, basado en terapia manual, osteopatía, corrección postural, termoterapia, etc. En el caso de las personas mayores, puede resultar interesante la fisioterapia geriátrica a domicilio, pues les permite seguir un tratamiento fisioterapéutico desde la comodidad de su hogar, algo que, sin duda, puede contribuir a mejorar significativamente su calidad de vida. El dolor en el lado izquierdo de la espalda suele deberse a situaciones propias del día a día, tales como adoptar malas posturas, hacer sobresfuerzos, realizar movimientos repetitivos, etc. Este dolor puede sentirse especialmente punzante al respirar.
En condiciones normales, el dolor puede remitir guardando reposo o mediante la aplicación de calor en la zona. Si pasado un tiempo esto no sucede, lo más conveniente será acudir a un médico que examine bien la situación.
Algunas causas del dolor localizado en el lado izquierdo de la espalda pueden ser: las lesiones musculares, la compresión de los nervios, tener piedras en los riñones, las fracturas de las costillas, etc. Sin duda alguna, el tratamiento fisioterapéutico puede ser, nuevamente, una muy buena forma de tratar este tipo de problemática y evitar que vaya a más.