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- Soy Fisioterapeuta con formación en la Universidad de las Islas Baleares – España, y fundador de FisioCampus, una innovadora escuela de formación para fisioterapeutas que ofrece una amplia oferta formativa y de calidad a nivel presencial y online, además de Director de Fisioterapia Online.
Empecemos por el principio… ¿Qué es un disco vertebral?
Muchas veces oímos decir a familiares y conocidos que tienen una o varias hernias discales, incluso puede que nos hayan detectado una a nosotros, pero ¿Sabemos realmente lo que es y lo que ello conlleva? ¿Sabemos qué es un disco intervertebral? ¿Sabemos qué debemos y no debemos hacer en estas situaciones?
Entre las vértebras existen unos discos cartilaginosos rellenos de sustancia gelatinosa que sirve de amortiguación y fijación, además de permitir ligeros movimientos entre ellas.
El anillo está compuesto por dos partes:
- Una parte periférica, el anillo fibroso es una sucesión de capas fibrosas concéntricas que encierran al núcleo. En personas jóvenes impide la salida de la sustancia del núcleo.
- Una parte central, el núcleo, sustancia gelatinosa, transparente y compuesta por un 88% de agua. No existen vasos o nervios en el interior del núcleo.
Se puede hacer un símil con un balón aplastado relleno de gelatina o silicona. Este disco está especialmente diseñado para soportar las cargas de la columna vertebral disipando entre su núcleo las cargas y pesos del cuerpo.
¿Qué es una hernia discal lumbar?
Una hernia discal(1) es como su propio nombre indica una herniación o salida del contenido del interior del disco vertebral (núcleo pulposo gelatinoso) hacia el exterior comprimiendo diferentes estructuras nobles como los nervios o raíces nerviosas generando una lumbalgia o lo que es lo mismo un dolor a nivel lumbar.
A nivel gráfico y para que todas las personas puedan entender el mecanismo lesional, si comprimimos este balón o lo aplastamos de forma intensa y mantenida en el tiempo, las paredes fibrosas que albergan el contenido del interior pueden debilitarse y agrietarse, y en un momento dado este puede fisurarse y provocar que en un movimiento brusco el contenido de este balón (esa gelatina o silicona) se vierta hacia el exterior. En este GIF animado de un modelo anatómico se observa gráficamente cómo sale por la parte debilitada (el reventón de la pelota) el contenido interno del disco vertebral
Esta herniación del núcleo pulposo puede comprimir bien a la medula, si es una hernia central, o bien a la a la raíz nerviosa que se encuentran a un lado y a otro de la vértebra, (la hernia más común y la que se presenta en el GIF) provocando la contractura refleja de los músculos de la zona, y como consecuencia generando una lumbalgia con sus diferentes síntomas en la pierna, (si es una hernia discal lumbar) o una cervicalgia con sus diferentes síntomas en el brazo, (si es hernia discal cervical).
Cómo funciona un disco intervertebral y cómo se produce una hernia discal
En este vídeo te mostramos cómo es el funcionamiento, anatomía y fisiología de un disco intervertebral y te contamos cómo sucede y cómo se produce una rotura del disco o hernia discal:
A medida que envejecemos el cuerpo sufre una deshidratación, que afecta también a los discos limitando la capacidad protectora provocando una degeneración del disco. Los impactos no pueden ser absorbidos y se acelera el desgaste de las vértebras.
Las tensiones, presiones e impactos mantenidos o repetitivos pueden degenerar el anillo fibroso del disco, y producir un desgarro, deformar o romper el anillo fibroso que dejará salir el núcleo pulposo.
Signos y síntomas de una hernia discal
Dependiendo del grado de desplazamiento provocará una sintomatología u otra:
- Grado I: no déficit neurológico.
- Grado II: déficit de propiocepción.
- Grado III: paresia no ambulatoria.
- Grado IV: paresia no ambulatoria y signos de retención urinaria.
- Grado V: paresia no ambulatoria, retención urinaria y ausencia de sensibilidad profunda.
Los síntomas típicos pueden ser sensación de entumecimiento de la pierna en caso de la hernia lumbar o del brazo en la hernia cervical, sensación de calambre, cosquilleo, pérdida de sensibilidad, pérdida de fuerza en la extremidad y dolor en diferentes grados (al que se le conoce como lumbalgia), además la exploración puede marcar una pérdida de reflejos y una alteración en la postura corporal.
En definitiva, la gravedad de una hernia discal está marcada por la incapacidad funcional que le genera al paciente, es decir, por los síntomas fundamentalmente basados en dolor, pérdida de fuerza y alteraciones de la sensibilidad, Sin embargo, en muchas ocasiones la realización de una resonancia magnética nuclear y alguna otra prueba complementaria como una electromiografía, es en general un factor complementario, aunque en algunos casos sobre todo en los más severos es un factor determinante para juzgar la gravedad de una hernia discal y su eventual abordaje quirúrgico
Por lo tanto, la conjunción de todos estos datos más la evolución que tenga el proceso a lo largo de las semanas y de los meses siguientes a la aparición del proceso, marcará el tratamiento de una hernia discal.
Otras consideraciones a tener en cuenta:
- Las hernias discales se suelen producir en la región lumbar (95% L4-L5 y L5-S1). Otro lugar bastante común es la región cervical (C5-C6, C6-C7).
- La hernia no solo puede generar una lumbalgia o una cervicalgia sino que también puede alterar la fuerza, sensibilidad y control de los esfínteres, según su localización.
- Entre el 30% y el 50% de las personas sanas tiene una o varias hernias discales y no lo saben, porque no les causan ningún problema. Incluso cuando existen lumbalgia o cervicalgias, lo normal es que se pueda resolver sin operar al paciente, usando otros tratamientos.
- Los síntomas de una hernia discal pueden ir desde absolutamente nada hasta síntomas muy incapacitantes y muy incompatibles con la vida diaria.
Normalmente una hernia discal no debería ser operada a no ser que:
- Exista un dolor muy intenso y limitante, que empeora o no mejora tras un tratamiento. Debe ser un dolor irradiado que sigue un trayecto concreto acompañándose de alteraciones de sensibilidad, fuerza o reflejos, por ejemplo a la pierna, si es una hernia discal lumbar, o al brazo si se trata de una hernia discal cervical.
- La lumbalgia y la cervicalgia disminuyen con el reposo.
- Electromiografía con signos de afectación de la raíz.
- Resonancia magnética con lesión objetiva.
- Pérdida del control de esfínteres (incapacidad para controlar la orina o heces).