La pancreatitis es una enfermedad que consiste en la inflamación del páncreas, que es una glándula cuya misión es producir insulina y jugos digestivos, o enzimas, que colaboran en la digestión de los alimentos. El páncreas está situado detrás del estómago, cerca de la parte inicial del intestino delgado (denominada duodeno). La pancreatitis, que puede ser aguda o crónica, se produce cuando las enzimas dañan el páncreas y provocan la inflamación.
La pancreatitis aguda se caracteriza porque aparece de repente y suele durar poco tiempo con el tratamiento adecuado. Solo una minoría de pacientes requieren una hospitalización más prolongada. La pancreatitis crónica, en cambio, es una enfermedad de larga duración en la que el páncreas suele empeorar con el paso del tiempo.
Algunos colectivos son más propensos a tener una pancreatitis. Por ejemplo, es más común en hombres que en mujeres y tiene una probabilidad más grande de desarrollarse en personas que tienen antecedentes familiares de esta enfermedad o de cálculos biliares. También existe un mayor riesgo de presentarse esta enfermedad en personas con ciertas alteraciones genéticas en el páncreas. Y, curiosamente, en Estado Unidos se ha observado una mayor frecuencia entre la población afroamericana.
Haber tenido alguna enfermedad de carácter autoinmune, diabetes, fibrosis quística o tener niveles altos de trigliceridos también aumentan el riesgo de tener pancreatitis. Otros factores de riesgo son la obesidad, el tabaquismo y el consumo de alcohol excesivo. Algunos medicamentos, infecciones o lesiones también pueden causarla, aunque en menor medida.
Aunque la mayor parte de las pancreatitis vienen causadas por el consumo excesivo de alcohol o por episodios de cálculos biliares, alrededor del 15 por ciento de los casos de pancreatitis aguda no tienen causa identificada. Los síntomas de la pancreatitis son muy variados y difieren en cada caso. Los síntomas más frecuentes .La pancreatitis aguda puede provocar deshidratación, hemorragias e infecciones y cuando se repite con frecuencia puede desembocar en pancreatitis crónica. Esta se caracteriza por un dolor crónico en el abdomen, problemas continuos de digestión, absorción errónea de los alimentos y problemas óseos. Y puede llegar a causar otras enfermedades como la diabetes o el cáncer de páncreas.