Que el color del semen cambie puede ser algo normal, ya que la comida que se ha ingerido recientemente influye en el color e incluso en la consistencia. También afectan cuánto tiempo ha pasado desde la última vez que se eyaculó y las actividades, según explica el doctor Juan Ignacio Martínez-Salamanca, coordinador del Grupo de Andrología de la Asociación Española de Urología.
El color normal del semen está entre el blanco y el gris-opalescente. Y si se ve muy blanquecino “demuestra una mayor concentración de espermatozoides y, por lo tanto, una mayor calidad seminal”, precisa el doctor Vicente Badajoz, director de laboratorio de Ginefiv. Por el contrario, un semen transparente podría estar indicando que hay poca presencia de espermatozoides, señala este especialista. Cuando el esperma cambia de color puedes sospechar que algo no va bien.
“Aunque en la gran mayoría de los casos, el cambio en el color del semen es benigno y transitorio, es recomendable acudir al urólogo para tener una valoración completa y empezar tratamiento en caso de que sea necesario, aconseja Martínez-Salamanca.
Si adquiere un color rosa-rojo se debe a la presencia de sangre, algo que en términos médicos se conoce como hematospermia. El urólogo Martínez-Salamanca detalla que son varias las causas por las que puede ocurrir. Entre las más comunes se encuentran las inflamatorias e infecciones, “ocasionadas por traumatismos genitales, infecciones de transmisión sexual e inflamación de la próstata, y generalmente afectan a pacientes jóvenes”.
Otro motivo frecuente por el que semen puede adoptar esta tonalidad, sobre todo en pacientes de mayor edad, es porque se han sometido a una biopsia o resección de próstata, braquiterapia o radioterapia prostática, entre otras pruebas, aclara Martínez-Salamanca. En alrededor de un 3% de los casos tiene su origen en una enfermedad urológica grave, y puede ser síntoma de un tumor (próstata, testículo y vía seminal). Y en un 10-15% no se sabe por qué (causa idiopática).
En general no debe preocupar que muestre este color, según los urólogos. Aunque, en ocasiones, indica que se padece una infección de transmisión sexual, sobre todo gonorrea (se tiñe de amarillo-verdoso, especifica Martínez-Salamanca). También puede ser que el hombre haya “ingerido alimentos ricos en azufre, como cúrcuma, cebolla, ajo, espárragos, entre otros, o medicamentos y vitaminas”, afirma el doctor, quien añade algunas causas más: el envejecimiento, la abstinencia sexual (periodo largo sin eyaculaciones), presencia de orina y pacientes con ictericia (alto nivel de bilirrubina en la sangre).
En cuanto al volumen, el doctor Martínez-Salamanca especifica que solo 5-10% del semen proviene de los testículos y es el que contiene los espermatozoides. El resto del líquido seminal procede de las vesículas seminales y la próstata. El volumen normal, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), está en 1,4 ml. Y también entra dentro de la normalidad que este volumen varíe de una eyaculación a otra en la misma persona, según la duración de la abstinencia. Respecto a esto, el doctor explica que cuando alguien debe realizar un análisis de semen se le aconseja un periodo de abstinencia de 2 a 3 días.
Eso sí, hay que tener en cuenta que, a medida que se cumplen años, la producción de semen baja, porque las vesículas seminales segregan menos líquido seminal. “Una baja producción espermática puede estar indicando algún tipo de trastorno hormonal, algún tipo de disfunción a nivel testicular, ausencia de conductos deferentes o algún tipo de cariotipo alterado”, explica el doctor Badajoz. Una baja cantidad también puede significar una menor producción de espermatozoides, lo que “puede derivar en problemas de fertilidad”, añade.
Ambos doctores recalcan que cada hombre eyacula de una manera distinta en lo que a densidad de refiere. Es más, la viscosidad también varía en una misma persona cuando eyacula varias veces al día. “Es más acuosa como consecuencia de un periodo de abstinencia muy corto”, aclara Martínez-Salamanca. Según este especialista, cuando el semen es más espeso de lo normal puede interferir con la movilidad de los espermatozoides. “La disfunción de las glándulas accesorias (vesículas seminales, próstata) así como infecciones e inflamaciones o alta concentración de espermatozoides se han correlacionado con una viscosidad anormal”, indica.
“El espesor del semen puede estar asociado al proceso de estimulación sexual. A más excitación sexual mayor volumen eyaculado”, comenta Badajoz, para quien la densidad del semen no es relevante en la salud masculina ni en la calidad seminal, porque varía mucho de unos hombres a otros.
Para saber si se el semen es de buena calidad se debe realizar un seminograma. Pero, “en general, macroscópicamente se puede intuir que el semen es sano cuando se observa un color entre blanco y gris opalescente, un volumen mayor a 1.4 ml y una consistencia ‘gelatinosa’”. Para el docto Badajoz, la principal señal de que el semen está como debe “es dejar embarazada a una mujer”. Y continúa: “Las principales señales que alertan de algún problema son un volumen bajo de eyaculado y un color rojizo o amarillento”. El urólogo Martínez-Salamanca señala que afectan muchos factores, algunos inevitables y otros sí que se pueden mejorar. Estos son los principales, según detalla el doctor:
Edad. La edad paterna avanzada afecta negativamente la calidad del esperma. Aunque no existe una referencia internacional, la mayoría de las sociedades médicas han tomado como valor de referencia una edad mayor a 40 años. En un importante estudio se asoció un aumento de la edad paterna con una disminución en el volumen de semen, el recuento total de espermatozoides y la motilidad y el porcentaje de espermatozoides morfológicamente (estructuralmente) normales.
Problemas hormonales. Existen hormonas (LH y FSH) que regulan/actúan en la producción de espermatozoides, es decir, en la espermatogénesis en el varón. En determinadas patologías/enfermedades existe un “error/fallo” en este ciclo hormonal, de tal manera que la espermatogénesis se ve afectada directamente. Algunas enfermedades que ocasionan una alteración en la función de estas hormonas son: la obesidad, enfermedades de la tiroides o el hipogonadismo hipogonadotropo. También el consumo de ciertas drogas, medicamentos, esteroides exógenos, entre muchos otros.
Causas físicas. El varicocele es una causa común de infertilidad en el hombre. Se trata de una dilatación de las venas del cordón espermático que drenan los testículos. Y altera la fertilidad por varias causas. La dilatación “abultamiento” de las venas que drenan los testículos genera un aumento en la temperatura del escroto (1-2 grados) llegando a poder alterar la morfología de los espermatozoides. Por otro lado, el enlentecimiento circulatorio altera la movilidad de los espermatozoides.
Medio ambiente y estilo de vida. Diferentes sustancias, incluidos solventes, insecticidas, adhesivos y la radiación pueden provocar infertilidad. Asimismo, las ocupaciones que requieren estar sentado durante mucho tiempo (como conducir) o estar expuestas a altas temperaturas pueden tener efectos negativos sobre la fertilidad. El consumo de drogas como la cocaína y los cannabinoides se asocia con una disminución significativa en la concentración de espermatozoides. De igual manera el alcohol y el tabaco pueden influir en los parámetros seminales. Además, la contaminación del aire y el estrés pueden causar reducción en la movilidad de los espermatozoides.
Por su parte, el doctor Badajoz añade a los factores ambientales que pueden afectar a la calidad seminal, además del calor, el uso de ropa interior apretada puede afectar a la calidad seminal. “Mantener una temperatura por encima de los 37 grados o no tener una circulación sanguínea correcta a nivel testicular interfiere en la producción de espermatozoides”, advierte. Por eso recomienda llevar una vida lo más sana posible: seguir una alimentación equilibrada, hacer deporte moderado, evitar el alcohol, las drogas y, en general, cualquier tóxico y respetar las horas de descanso.