El corazón es el órgano musculado más importante del cuerpo que requiere de nuestra atención y cuidado. Por eso es conveniente saber detectar problemas como la hipertensión
Hace unos días celebramos -o mejor dicho, algunos celebraron porque a mí no me pillan en esa-, San Valentín. Nuestras calles y pantallas se llenaron de corazones aunque paradójicamente cuidemos poco, en general, a este importante órgano musculado. Y deberíamos, porque algunas complicaciones relacionadas con él como la hipertensión, afectan a más del 30 % de la población. Estas son ocho claves que debes conocer sobre tu corazón y la hipertensión.
La alta es lo que en términos médicos se conoce como la presión arterial sistólica y depende de las contracciones del corazón. La baja es la diastólica, que depende de la resistencia que oponen las arterias a que pase la sangre. ¿Cómo se miden? Al usar un -atención a la palabra- esfigmomanómetro de mercurio con su fonendoscopio, se marca la sistólica, o sea, la alta, cuando se comienza a percibir el latido del pulso, y la baja cuando el latido desaparece y ya no oímos nada de nada.
La presión arterial óptima está por debajo de 120/80, la normal-alta se considera entre 130-139 y 85-89 y hablamos de hipertensión por encima de 140/90. En cualquier caso, esto no son matemáticas. Aunque por encima de 18 años consideramos estos cortes como referencia, a los expertos no les resulta nada fácil delimitar cifras ya que el riesgo aumenta con la edad y también varía entre personas. Además, si a su vez se presentan otras patologías, con cifras más bajas también se puede considerar hipertensión.
Suele ser algo más alta en horas de trabajo, más baja con el reposo, y cae aún más durante el sueño. A los mandos está el sistema nervioso autónomo así que también puede variar en función de nuestras emociones o de determinados esfuerzos físicos y mentales.
Sí, en algunos pacientes las diferencias son grandes, incluso por encima de los 30 mmHg para la alta. Es decir, puede que en consulta el paciente tenga 140 y en casa 110. Realmente lo mejor sería medir la presión en casa de cada uno, cuando uno está en su zona de confort, ya que ahí el dato es más real. En general la presión arterial resulta más elevada en las consultas médicas e incluso en las farmacias.
Sí, las mujeres suelen tener cifras más bajas que los hombres mientras persista activa la función ovárica, es decir, hasta que llega la menopausia y empieza la fiesta. Es frecuente que las mujeres jóvenes manifiesten estar cansadas por tener la presión arterial baja (por ejemplo, 90/70 mmHg) aunque en realidad éstas son unas cifras normales que comparten millones de mujeres en este rango de edad. Sin embargo, partir de la menopausia la “alta” se iguala e incluso puede superar a las de los chicos.
La presión arterial descompensada… ¡no existe! Es habitual que en personas mayores de 55 años sólo se detecte elevada la “alta “y la “baja” sea normal o baja. Por otro lado también es posible encontrar a gente joven con la “baja” alta pero la “alta” por debajo de 140 mmHg. En ambos casos, hablaríamos de hipertensión ya que uno de los dos parámetros está elevado aisladamente. Pero, insisto, el concepto de “presión arterial descompensada” es erróneo.
Estos son los pasos que se deben seguir para medir la presión arterial
Espacio: Elegir una habitación silenciosa y tranquila.
Una hora antes: la persona no debe haber realizado un esfuerzo físico o mental intenso, ni haber tomado sustancias como el café o el tabaco al menos una hora antes. Y un detallito importante: la vejiga, mejor vacía.
Cinco minutos antes: La persona debería estar sentada al menos cinco minutos antes en una silla con respaldo cómodo, a ser posible con apoyabrazos para que descanse el brazo en el que vamos a hacer la medición. Los pies en el suelo, sin cruzar.
A la hora de la verdad: Se procede a colocar el manguito en el brazo por encima del codo para que quede a la altura del corazón. Se hace la medición, se anota, se esperan unos 2-3 minutos y se repite la medición. Es normal que en la segunda toma sea ligeramente inferior: esa es la que deberemos registrar como referente.
¡Importante! El manguito debe estar en contacto con la piel así que el paciente deberá remangarse la camisa. Si es invierno y se llevan muchas capas de ropa será mejor que se las quite porque si se hace un “burruño” la zona se constriñe afectando al resultado.