Una nueva alternativa pone en jaque a las grandes empresas de coches eléctricos
La tecnología de baterías de flujo está captando la atención en la actualidad como una solución prometedora para abordar los desafíos de autonomía y recarga que han enfrentado los fabricantes de coches eléctricos desde los primeros días de su producción.
A lo largo del tiempo, la búsqueda de soluciones para los desafíos de autonomía y recarga en los coches eléctricos ha llevado a la exploración de diversas tecnologías de baterías. Sin embargo, en medio de esta búsqueda, la batería de flujo está emergiendo como una opción especialmente viable en el panorama de la movilidad eléctrica.
Grandes diferencias marcan la calidad de los productos
En contraste con las baterías tradicionales que usamos en nuestra vida diaria, las baterías de flujo ofrecen un enfoque innovador. Mientras que los coches eléctricos convencionales se recargan conectándolos a un cargador para suministrarles la energía necesaria, las baterías de flujo almacenan energía en tanques externos de líquidos en lugar de celdas internas.
Esta peculiaridad de las baterías de flujo, al permitir el almacenamiento de energía en tanques externos de líquidos y el intercambio iónico a través de una membrana, no solo proporciona una mayor flexibilidad en capacidad de almacenamiento y tiempos de recarga, sino que también abre un abanico de posibilidades para su aplicación en una variedad de campos más allá de la movilidad eléctrica.
A pesar de lo mencionado anteriormente, el funcionamiento de las baterías de flujo implica el uso de dos compuestos químicos disueltos entre ellos, separados por una membrana. Esta membrana actúa como una barrera selectiva que permite el paso de iones, pero no de las moléculas de los compuestos.
Cuando estos compuestos reaccionan entre sí, intercambian iones a través de la membrana, lo que genera una corriente eléctrica. Este proceso de intercambio iónico es clave para la operación de las baterías de flujo, proporcionando una fuente constante y controlable de energía eléctrica.
Este es el primer vehículo que reemplazará a los coches eléctricos
Estamos hablando de NanoFlowcell, una empresa europea pionera en tecnología de baterías de flujo. Reconociendo las oportunidades ofrecidas por la Ley de Reducción de Inflación, la cual estableció condiciones atractivas para la inversión en Estados Unidos, la empresa decidió expandirse y establecer una sucursal en el país en 2022.
Ahora, han anunciado el lanzamiento del primer coche eléctrico equipado con este revolucionario tipo de baterías. Este hito marca un avance significativo en la industria automotriz, demostrando el potencial de las baterías de flujo para transformar el futuro de la movilidad eléctrica a nivel mundial.
Otro de los grandes beneficios es la autonomía que ofrecerían los coches eléctricos con baterías de flujo es sin duda una de las ventajas más destacadas. Este tipo de baterías tiene el potencial de almacenar cantidades significativas de energía, lo que permitiría que los vehículos recorrieran distancias más largas sin necesidad de recargar con frecuencia.
Además, el proceso de recarga sería igual de rápido que el de llenar el tanque de gasolina en un coche convencional. En lugar de buscar puntos de recarga públicos, bastaría con llevar el vehículo a establecimientos especializados donde se podrían repostar los líquidos necesarios en la batería.
Finalmente, a pesar de que aún no se han desvelado todos los detalles sobre la batería, la empresa asegura que tendrá una densidad energética de 600 vatios-hora, una cifra que supera en cinco veces a la de las tradicionales baterías de iones de litio. Este avance tecnológico significa que los vehículos equipados con estas baterías podrán almacenar una gran cantidad de energía en un espacio más compacto.