Las Fuerzas de Defensa israelíes han movilizado decenas de unidades del carro de combate Merkava IV en las cercanías de la Franja de Gaza.
Columnas de tanques viajan hasta el territorio controlado por Hamás. El gobierno de Benjamin Netanyahu ha ordenado la movilización de una buena parte de sus efectivos terrestres con el único fin de “convertir Gaza en islas de escombros” tras declarar que “habrá venganza” por los ataques organizados a Israel el pasado sábado.
Las imágenes publicadas por Jerusalén muestran a decenas de carros de combate modelo Merkava junto a otros blindados —como obuses autopropulsados M-109 o vehículos de infantería— rodando por las carreteras próximas a la Franja. También a personal de diferentes unidades de la rama terrestre de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) e incluso algunas enfocadas en las operaciones especiales.
Estos Merkava son la seña de identidad de Israel desde prácticamente los años 70 cuando comenzaron a desarrollarse. Desde entonces y aplicando tecnología nacional, han ido mejorando con cada versión hasta erigirse como uno de los mejores tanques del mundo tanto por su poder de ataque como de autoprotección.
Además de la rama terrestre, las FDI tienen activados varios escuadrones de aviones caza y drones que han estado ya ejecutando misiones dentro de la Franja. A su paso y según los últimos reportes, se calcula que un total de 687 palestinos han muerto en esas operaciones por aproximadamente 900 israelíes en los ataques del sábado; aunque en ambos lados continúa elevado el número de desaparecidos.
El tanque de Israel
El primero de los tanques Merkava entró en servicio en 1979 como la primera aproximación del país en la fabricación de este tipo de carro de combate. El éxito de esta versión primigenia supuso la continuidad del programa hasta llegar al Merkava V que actualmente es el más moderno de la familia, aunque se encuentra todavía fuera del servicio activo e inmerso en un programa de pruebas por parte de las FDI.
En cambio, la versión más nueva en el campo de batalla es la Merkava IV. La misma que se está viendo desplegada en la operación de contraofensiva Espadas de Hierro y de la que Israel acumula unas 400 unidades operativas.
Los primeros Merkava IV entraron en servicio en el año 2003 como una actualización importante —principalmente de sistemas internos, armamento y de motorización— respecto a las anteriores versiones. Incluye una nueva forma de la barcaza y torreta que consigue reducir su detección por parte de los radares y mejora el blindaje para que el aire caliente del motor se mezcle mejor con el aire exterior, reduciendo también la huella térmica.
Incorpora también un cañón principal más largo que los modelos más antiguos que le permite disparar una mayor variedad de municiones. Incluyendo algunas antitanque de alto explosivo y penetrantes para atravesar blindajes pesados. Otra de las cualidades que incorpora el Merkava es que puede lanzar misiles guiados por láser —modelo LAHAT— que alcanzan hasta 8.000 metros de rango operativo y pueden destruir hasta los blindados más protegidos.
Junto al él se integra un nuevo sistema de control de disparo y un receptor de láser que avisa a la tripulación de amenazas. Ambas capacidades pueden combinarse para desplegar contramedidas como el lanzamiento de granadas de humo para confundir al proyectil guiado que está señalando al tanque como su objetivo.
El sistema de gestión de la batalla es igualmente nuevo y firmado por Elbit. Tiene un sistema centralizado que toma datos de unidades rastreadas y vehículos aéreos no tripulados que se encuentren igualmente en el campo de batalla. Los muestra en tiempo real y en color en las pantallas integradas en el propio tanque y las distribuye al resto de unidades compatibles con el mismo sistema de gestión.
Una de las funcionalidades más importantes que incorpora el Merkava IV es el sistema Trophy. Se integra realmente en una subvariante de este carro de combate llamada Windbreaker —Cortavientos— y consiste en un sistema de autoprotección de primerísimo nivel.
El Trophy se compone de una serie de radares que proporcionan cobertura en los 360 grados contra cualquier tipo de amenaza. Cuando la detecta, el sistema calcula cuál es el mejor momento y lanza autónomamente un interceptor. De esta forma consigue destruir misiles antitanque o cohetes antes de que impacten contra el blindado.
Obús autopropulsado
Israel también ha desplazado y activado algunas unidades militares al norte del país. En concreto en las cercanías de la frontera con el Líbano ante el temor de que también lleguen ataques por ese flanco. En este último escenario, los Merkava comparten plaza con los obuses autopropulsados M-109, que también tiene España.
De origen estadounidense, las Fuerzas de Defensa llevan operando los M109 desde, precisamente, la guerra Yom Kippur (1973) de la que hace tan sólo unos días Hamás celebraba el 50 aniversario. Desde entonces ha estado presente en todos y cada uno de los conflictos bélicos del país oriental con sus respectivas actualizaciones y versiones.
Se trata de un obús autopropulsado basado en la barcaza de los tanques Merkava de los que toma algunos aspectos clave como la protección y el blindaje. El cambio más importante es la torreta, que en el M109 integra un cañón de calibre 155 milímetros notablemente más largo y capaz de lanzar proyectiles a mayor distancia.
Israel tiene en su inventario varios modelos, siendo el más numeroso el obús M109A5 con 250 unidades. La ventaja que incorpora esta variante responde a un cambio en el cañón del blindado que le permite alcanzar 22 kilómetros de radio de ataque en municiones sin propulsión y hasta 30 kilómetros las que sí lo incorporan.