Si echamos la vista unos años atrás, nos resultaría impensable ver cómo los drones han cambiado la naturaleza de muchos conflictos y amenazas. Desde hace un tiempo su concepto se viene investigando para adaptarlos a usos submarinos. El ‘Manta Ray’ es su versión más avanzada.
Este nuevo dron submarino diseñado por la constructora Northrop Grumman para la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa (DARPA) tiene como propósito realizar misiones militares de largo alcance y larga duración con mínima supervisión humana.
Emplea biomimética para inspirarse en las mantarrayas reales, permitiendo un movimiento eficiente bajo el agua.
Su tecnología se basa en una técnica denominada “cosecha de energía del mar”, usando métodos como energía de las olas para recargar baterías, lo cual le permite operar sin intervención humana.
La biomimética es la ciencia de observar y aprender de la naturaleza para aplicar sus principios en ingeniería y diseño. El Manta Ray, como su nombre lo indica, imita a las mantarrayas, que se caracterizan por su habilidad para deslizarse por el agua con mínimo esfuerzo.
Con un cuerpo plano y grandes aletas, las mantarrayas pueden recorrer grandes distancias sin usar mucha energía, una característica crucial para un dron que pretende ser autónomo.
“La inspiración en la naturaleza no es nueva en ingeniería, pero su aplicación en el campo militar submarino presenta un gran potencial”, explica el experto en defensa Kyle Mizokami.
Uno de los mayores desafíos para los drones submarinos es la energía. Las baterías tradicionales tienen limitaciones, y llevar combustible a bordo puede ser problemático por el riesgo de detección y la necesidad de reabastecimiento.
El Manta Ray aborda este problema de varias maneras. En primer lugar, puede recolectar energía del mar mediante tecnología de recolección de energía de olas. Esto le permite permanecer sumergido por más tiempo sin necesidad de regresar a la superficie para recargar.
Además, este dron cuenta con tecnología de detección y clasificación de amenazas de bajo consumo, lo que le permite operar durante períodos prolongados sin agotar sus recursos. Al ser autónomo, puede realizar misiones sin necesidad de intervención humana, proporcionando a los militares una ventaja significativa en el campo de batalla.
Se espera que el Manta Ray sea versátil y que puede adaptarse a una variedad de misiones. Puede actuar como sistema de vigilancia, utilizando hidrófonos para rastrear submarinos enemigos o embarcaciones de superficie. Esto le da la capacidad de recopilar información valiosa sin ser detectado.
Otro uso potencial es el de misiones anti-submarinas, donde el Manta Ray podría equiparse con armas ligeras como torpedos y desplegarse para interceptar submarinos enemigos.