La desinformación a través de las redes sociales sobre el conflicto entre Israel y Hamás han requerido que la Comisión Europea intervenga. Ha sido en este contexto que Bruselas ha abierto este jueves una investigación a Meta, grupo matriz de Facebook e Instagram, y a Tiktok para pedirle información sobre cómo controla la desinformación. Una actuación que llega pocos días después de haber dado varias llamadas de atención a X, antigua Twitter.
Se ampara en la ley de Servicios Digitales, en vigor desde agosto, para demandar al grupo dueño de Facebook que le informe de las medidas que las redes sociales han puesto en marcha para proteger la integridad y mitigar los riesgos relacionados con las elecciones y tras el ataque terrorista de Hamás en Israel. Una revisión que pone el foco, en concreto, en la diseminación de contenido ilegal y de desinformación.
Va más allá en el caso de TikTok, a quien Bruselas reclama información sobre las medidas adoptadas para evitar la difusión de contenidos terroristas y violentos y de incitación al odio, además de la difusión de desinformación. Como añadido, la investigación afecta a la protección de los menores en entornos online.
El Ejecutivo comunitario concede a Meta de plazo hasta el 25 de octubre para que le informe sobre las medidas de respuesta a la crisis y hasta el 8 de noviembre sobre las relativas a la protección de la integridad en las elecciones. En función de la evaluación, la matriz de Facebook podría enfrentarse a una multa por parte de Bruselas y la falta de una respuesta por parte del gigante tecnológico podría derivar en sanciones periódicas a la compañía.
Los plazos para Tiktok son similares: 25 de octubre para la información relativa a la gestión de crisis y 8 de noviembre, pero en este caso no solo para la protección de la integridad en las elecciones sino también la protección de menores. La red social china se enfrenta a los mismos cargos que Meta, ya que ambas han sido designadas como “Grandes Plataformas online” al amparo de la ley de Servicios Digitales comunitaria, que hace responsable a estas empresas de la lucha contra la desinformación, el contenido ilegal y consecuencias negativas sobre los derechos humanos.
Las tensiones entre X, la antigua Twitter, y la Comisión Europea han escalado en los últimos días. Fue tras el ataque terrorista de Hamás a Israel que, la pasada semana, Bruselas abrió una investigación contra la red social por no poner en marcha medidas para evitar la desinformación en su plataforma a raíz del conflicto.
Concretamente, la Comisión Europea abrió una investigación a la red social por no controlar o evitar la difusión de contenido terrorista, violento y que favorece el discurso del odio. Y lo hizo después de dar varios avisos al dueño de la plataforma, Elon Musk, sobre contenidos manipulados.
El último paso por parte del magnate empresarial estadounidense, después de rechazar compartir con el Ejecutivo comunitario las medidas adoptadas para combatir la desinformación, ha llegado este jueves cuando ha abierto la puerta a retirar su plataforma del espacio comunitario en represalia por la nueva normativa de Servicios Digitales y sus requisitos.