El regulador chino del ciberespacio dijo el domingo que los productos manufacturados por el fabricante estadounidense de chips de memoria Micron (NASDAQ:MU) Technology no habían superado su examen de seguridad de la red y que prohibiría a los operadores de infraestructuras clave adquirir productos de la empresa.
Según la amplia definición china de infraestructuras críticas de información, esto podría incluir sectores que van desde el transporte a las finanzas.
“La revisión ha revelado que los productos de Micron presentan graves riesgos para la seguridad de la red, lo que plantea importantes riesgos de seguridad para la cadena de suministro de infraestructuras de información críticas de China y afecta a la seguridad nacional del país”, dijo la Administración del Ciberespacio de China (CAC, por sus siglas en inglés).
Micron dijo que había recibido la notificación de la CAC de la conclusión de su revisión de los productos de la compañía vendidos en China, agregando que “esperamos seguir participando en las conversaciones con las autoridades chinas”.
La CAC no facilitó detalles sobre los riesgos que había detectado ni sobre los productos de Micron que se verían afectados.
China anunció su revisión de los productos de Micron a finales de marzo. La empresa dijo entonces que estaba cooperando y que sus operaciones comerciales en China eran normales.
Los gobiernos de Estados Unidos y China mantienen una disputa sobre la tecnología de los chips. Washington ha impuesto una serie de controles a la exportación de tecnología de fabricación de chips a China y ha tomado medidas para impedir que Yangtze Memory Technologies, rival de Micron, compre determinados componentes estadounidenses.
Micron obtiene alrededor del 10% de sus ingresos de China, pero no está claro si la decisión afecta a las ventas de la empresa a clientes no chinos en el país.
La mayor parte de los productos de Micron que entran en China son adquiridos por empresas no chinas para su uso en productos fabricados allí, según analistas.
China impuso en septiembre de 2021 una serie de normas destinadas a proteger las infraestructuras críticas de información, que exigen a sus operadores el cumplimiento de requisitos más estrictos en ámbitos como la seguridad de los datos.
Pekín ha definido a grandes rasgos las industrias que considera “críticas”, como las de comunicación pública y transporte, pero no ha especificado exactamente a qué tipo de empresas o ámbito de negocio se aplicará.