Los smartphones nos han dado la posibilidad de con tan solo teclear algo en Internet poder responder a cualquier pregunta (siempre que tengamos conexión), pero a fin de cuentas no deja de ser una herramienta externa a nosotros que cuando no la tenemos entre manos dejamos de ser tan listos y sabelotodos.
Por esa razón, Arnav Kapur, un joven estudiante del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) creó un dispositivo que se asemeja un poco a unos auriculares, pero que están conectados a su cerebro llamado AlterEgo. Este aparato fue diseñado para cambiar la forma en que interactuamos con la tecnología, ya que en este caso se integra en la persona para que forme parte de sí.
Su objetivo es revolucionar la comunicación del futuro afirmaba Kapur. Lo más impactante de este dispositivo es que al estar integrado en la cabeza, registra señales cuando el usuario oye o piensa en algo y esta información, a su vez, se envía a las máquinas que utilizan Internet para encontrar respuestas a lo que el usuario está pensando.
Esta es la clave del invento, y es que con acceso a Internet, la persona que lleva puesto este dispositivo puede responder a cualquier tipo de pregunta, por ejemplo, su creador muestra la capacidad de responder a complicadas preguntas matemáticas con numerosas operaciones o saber cuál es la capital de cualquier país del mundo y la población de este, todo en cuestión de segundos.
Pero ya no es solo la rapidez, sino que el usuario no necesita hablar, teclear ni hacer ningún esfuerzo tangible para que el dispositivo funcione. Sólo tiene que pensar en algo y el dispositivo lo buscará en Internet y luego le devolverá la respuesta a su cerebro mediante vibraciones del cráneo a través del oído interno.
Según explica Kapur, esta voz es similar a la voz interior que tenemos cuando pensamos hacia nuestros adentros, además de que no interfiere con el ruido exterior, por lo que mientras “conversas” con este dispositivo puedes seguir la conversación que estás teniendo o seguir escuchando música si te encuentras solo.
“El sistema tiene el potencial de integrar a la perfección a humanos y ordenadores, de forma que la informática, Internet y la IA se integren en nuestra vida cotidiana como un ‘segundo yo’ y aumenten nuestra cognición y nuestras capacidades”, explican desde el MIT.
A su vez, este dispositivo podría usarse también para ayudar a quienes han sido diagnosticados de trastornos del habla y facilitar la comunicación a las personas con trastornos neurológicos, de una manera similar a lo que Elon Musk y su empresa Neuralink (entre otras) están probando ya.