La industria de la construcción ha pasado por diversas etapas de desarrollo, desde el dibujo a mano alzada hasta llegar hoy al modelado de información. Es en este último período que se abre camino el flujo BIM, el cual se basa en la gestión de la información, imitando el proceso constructivo físico en un entorno virtual para mejorar y optimizar procesos que son parte del ciclo de vida de un proyecto constructivo.
La adopción de esta metodología a lo largo del tiempo ha ido en aumento, según el Reporte de Construcción digital elaborado en el 2021 por la plataforma global NBS, el uso global de esta tecnología en proyectos de construcción alcanzó el 13% en el 2011, mientras que en el 2021 llegó a 71%. Su aplicación en los diversos procesos se fundamenta en los múltiples beneficios que tiene este modelo digital.
En este sentido, Valeria Fantozzi, Coordinadora de Diseño de Sistemas Constructivos de Pacasmayo, explica los cuatro principales beneficios de contar con la metodología BIM en la ejecución de proyectos de construcción como casas, edificaciones o proyectos de infraestructura:
- Reducción de sobrecostos en el proceso constructivo: Al ser una metodología de trabajo colaborativo, el flujo supone la coordinación entre todos los involucrados desde etapas tempranas del proyecto. Por este motivo, la coordinación implica una reducción del número de cambios de órdenes. Asimismo, gracias al uso de cronogramas establecidos desde el inicio, se mantendrá un orden de ejecución de acciones y la inversión que genera cada una.
- Reducción de riesgos durante el desarrollo de la obra: Este beneficio radica en la adecuada y temprana detección de interferencias antes de que lleguen a la obra. Por ejemplo, gracias al uso de esta tecnología, a dos meses de iniciado el proyecto de Optimización de la Línea de Clinker del Horno 4 en la Planta de Cementos Pacasmayo se pudo detectar 26 incidencias previo a la construcción. De esta manera se logró evitar el retraso que estas hubieran ocasionado al llegar a la obra sin ser antes resueltas.
- Trabajo colaborativo: La aplicación de esta tecnología en el sector construcción fue ideada para mejorar la colaboración entre todos los actores involucrados en el proyecto, lo que permite que puedan intercambiar información y hacer un adecuado seguimiento de las fases del proyecto. De esta manera, la comunicación es más fluida y se logra un mayor trabajo colaborativo.
- Mejor visualización del proyecto: El uso de los modelos 3D permite generar vistas de apoyo de la obra como planos y recorridos virtuales. Asimismo, se pueden agregar los cambios desarrollados durante la construcción y visualizar el modelo integrado para mejorar el entendimiento del proyecto. Además, actores no familiarizados en el día a día con el proyecto, como clientes o inversionistas, pueden entender mejor los modelos de diseño en etapas tempranas.
Cabe mencionar que Pacasmayo incorporó a su portafolio de soluciones constructivas el flujo BIM, el cual incluye un catálogo de productos que pueden integrarse de manera digital desde la etapa inicial del diseño de un proyecto. Precisamente, en el Perú existe un Plan BIM que es promovido por el Plan Nacional de Competitividad y Productividad del Ministerio de Economía y Finanzas. Esta normativa se aplica en proyectos públicos y en el sector de la construcción.
Finalmente, es importante tomar en cuenta que los beneficios de BIM dependen de la correcta asignación de recursos en la empresa que lidera la metodología. Además, es preciso considerar que se necesita mucha flexibilidad de parte de los colaboradores para poder innovar en los procesos, pues los beneficios se ven realmente cuando todas las empresas del proyecto se incorporan al flujo.
