Aunque fue detectado por primera vez hace unos días, 2023 BU se acercará a unos 3540 kilómetros de la superficie de nuestro planeta antes de continuar su trayectoria.
Un pequeño asteroide estará volando muy cerca de la Tierra este jueves, menos de una semana después de que los astrónomos lo descubrieron.
Se espera que el asteroide, llamado 2023 BU, pase sobre el extremo sur de Sudamérica a las 07:27 p. m., hora del Este. El asteroide es bastante pequeño —se calcula que mide menos de nueve metros, aproximadamente el tamaño de un camión— y será más visible en los cielos al oeste del sur de Chile. Para los observadores del espacio que no puedan ver 2023 BU de primera mano, Virtual Telescope Project transmitirá el evento en su sitio web y canal de YouTube.
El asteroide no impactará la Tierra, pero protagonizará uno de los acercamientos más cercanos jamás realizados por un objeto de este tipo, pasando a toda velocidad a unos 3540 kilómetros sobre la superficie del planeta, según un comunicado de prensa del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA. Este encuentro ubica al asteroide “bien dentro de la órbita de los satélites geosincrónicos”, señaló el comunicado, pero el asteroide no está en camino de chocar con ninguno de esos artefactos.
El asteroide 2023 BU era desconocido para la NASA, o para cualquier otra institución, hasta el sábado pasado. Gennadiy Borisov, un astrónomo aficionado en Crimea, vio el asteroide desde el Observatorio MARGO, una instalación de telescopios que ha usado para descubrir otros objetos interestelares. Luego, los astrónomos determinaron la órbita de 2023 BU alrededor del Sol y su trayectoria inminente más allá de la Tierra utilizando datos del Minor Planet Center, un proyecto de la Unión Astronómica Internacional que publica la ubicación de objetos espaciales recién encontrados, incluidos cometas y satélites, a partir de información de varios observatorios en todo el mundo.
En 2020, Leonardo Amaral, un astrónomo aficionado en Brasil, descubrió otro asteroide cercano a la Tierra, el 2020 QU6, mientras usaba un observatorio cerca de São Paulo. El objeto se acercó a unos 32,1 millones de kilómetros de la superficie, aproximadamente 84 veces la distancia entre la Tierra y la Luna, pero despertó el interés para ayudar a los astrónomos aficionados a encontrar y rastrear objetos que podrían representar una amenaza para el planeta.
“Los grandes programas profesionales de búsqueda que la NASA financia están haciendo, en gran medida, el trabajo pesado en el descubrimiento de nuevos objetos”, dijo Davide Farnocchia, ingeniero de navegación en J.P.L. que trabaja con el Centro de Estudios de Objetos Cercanos a la Tierra (CNEOS, por su sigla en inglés). “Pero eso no significa que no podamos contar con la ayuda de más personas, lo que incluye a astrónomos profesionales de otros países, pero también a astrónomos aficionados. Nos gusta contar con el mayor número de personas para poder obtener la mejor estimación posible de la trayectoria”.
Hay un montón de objetos para encontrar. La mayoría de los asteroides del sistema solar orbitan alrededor del sol en la región entre Marte y Júpiter, a más de 3,2 unidades astronómicas —3,2 veces la distancia entre el Sol y la Tierra— de nuestro planeta y nunca se acercan. Los asteroides se consideran objetos cercanos a la Tierra si se acercan dentro de 1,3 unidades astronómicas, y hay varios cientos de millones de objetos de menos de 140 metros de ancho en esa categoría, dijo Farnocchia.
Para representar una amenaza seria para la Tierra, un objeto tendría que superar el tamaño de 2023 BU una decena de veces. Incluso si un objeto más pequeño como 2023 BU fuese a impactar la Tierra, probablemente se desintegraría en la atmósfera y tal vez arrojaría algunos escombros como pequeños meteoritos.
En 2005, el Congreso de Estados Unidos ordenó a la NASA que identificara el 90 por ciento de los asteroides cercanos a la Tierra que tuvieran un tamaño de 140 metros o más, por lo que podrían destruir una ciudad. En septiembre, la misión Prueba de redirección de doble asteroide (DART, por sus siglas en inglés) de la NASA probó una posible defensa contra esos objetos. La nave espacial, que se lanzó a fines de 2021, impactó con Dimorphos, un asteroide de 167 metros a millones de kilómetros de la Tierra. La misión se consideró un éxito después de que la órbita de la roca se acortara 32 minutos.
Farnocchia señaló que un asteroide verdaderamente peligroso sería más grande y más brillante que 2023 BU y, por lo tanto, se detectaría mucho antes de su llegada. Agregó que objetos mucho más pequeños que 2023 BU pasan cerca de la Tierra con cierta regularidad.
“Este caso puede parecer excepcional, pero objetos de un tamaño similar se acercan tanto a la Tierra por lo menos una vez al año, en promedio”, dijo. “Así que este no es un evento excepcional. No es un evento cotidiano, pero es algo que sucede de manera regular”.