Geoffrey Hinton, conocido dentro del sector como el padrino de la IA por ser uno de los primeros en acuñar y comenzar a investigar esta tecnología, también es conocido por abandonar su puesto de director en Google para el desarrollo de su IA con el objetivo de poder alertar libremente de los peligros de esta tecnología.
Y es que Hinton, antes incluso del auge de la IA y que esta tecnología se asentara en prácticamente todos los aspectos de la sociedad, ya avisaba de que el camino que estaba tomando esta tecnología era peligroso y que debíamos cambiar el enfoque porque sino íbamos a perder el control sobre la IA.
El que a su vez es reciente ganador del Premio Nobel de Física, es una de las personalidades más respetadas dentro del sector, incluso por aquellas personas que no suelen respetar a otros profesionales, como sería el caso de Elon Musk, por lo que eso ya dice mucho sobre quién es Hinton.
Aunque quizás es cierto que el visto bueno que tenía Musk sobre é ha podido cambiar en el último año, sobre todo después de lo que contó Hinton en una entrevista para The Globe and Mail en la que hablaba sobre la IA y explicaba que hace unos meses tuvo una situación con el dueño de Tesla que le hizo colgar la llamada en la que estaban.
Según contaba, Musk e Hinton se encontraban charlando por teléfono sobre la situación de la IA y su evolución, y ambos coincidían que el camino que estaba tomando el desarrollo de esta tecnología podía llevarnos a una amenaza existencial. Hasta ahí, todo iba bien, pero de la nada Musk le sugirió a Hinton comenzar a formar parte del equipo de asesoramiento de xAI, la empresa de Musk dedicada a la IA que acaba de comprar Twitter.
Rápidamente Hinton cerró esta puerta diciéndole que no, pero Musk “comenzó a divagar, y tras 20 minutos le tuve que decir que tenía una reunión y le colgué rápidamente, pero la verdad es que no tenía ninguna reunión, me la inventé”. Desde entonces ambos no han vuelto a hablar, y como decía Hinton “creo que ya no es mi amigo”.
Esta claro que Hinton, ya no quiere saber nada o no quiere formar parte de lo que está ocurriendo con la IA en los próximos años, y no hace amigos con nadie, ya que hace no tanto también le soltó un dardo envenenado a Sam Altman, CEO de OpenAI, por el camino que estaba tomando la compañía creadora de ChatGPT.
