China calienta la carrera espacial con un nuevo motor de fisión de 1,5 MW. Su arquitectura ‘extensible’ hace que pase del tamaño de un contendor al de un edificio de 20 plantas
Científicos chinos afirman haber probado con éxito un peculiar motor de fisión nuclear capaz de multiplicar espectacularmente su tamaño en el espacio y hacer el viaje de ida y vuelta a Marte en solo tres meses.
China y EEUU siguen enzarzados su particular carrera por el control del espacio y sus recursos. Una de las claves para conseguirlo será encontrar nuevos sistemas de propulsión que permitan acortar el tiempo de viaje y abaratar sus misiones, y los motores basados en energía nuclear parecen una de las soluciones más prometedoras por ahora.
Mientras que la NASA espera a que Lockheed Martin, Westinghouse y la empresa privada IX acaben del desarrollo de su motor con un reactor nuclear de 20 kilovatios en 2025, para lanzarlo en 2030. Pekín parece tener planes más ambiciosos. Los investigadores chinos aseguran que las nuevas pruebas han confirmado que su motor, propulsado por un reactor de fusión de 1,5 megavatios, ha superado obstáculos tecnológicos más importantes y ha demostrado que su tecnología de reducción funciona.
Los entresijos de este nuevo motor sistema están detallados en un artículo publicado en la revista china Scientia Sinica Technologica, según informa el diario hongkonés, South China Morning Post (SCMP).
Cómo funciona
El motor tiene una arquitectura muy peculiar que le permite desplegarse en el espacio y alcanzar la altura de un edificio de 20 plantas. Pero cuando la nave está en tierra, se encoge hasta alcanzar el tamaño de un contenedor con un peso inferior a ocho toneladas, según explican en el estudio.
Este diseño, escribe el equipo, hace que el reactor sea “fácil de cargar y lanzar en un cohete”. Pero también podrá seguir funcionando de manera estable en los entornos hostiles del espacio durante periodos prolongados.
Los investigadores están convencidos de que este motor nuclear hará posible el viaje de ida y vuelta, tanto de misiones espaciales tripuladas como de las de carga, en tiempo récord. Según algunas estimaciones de los científicos, el viaje de ida y vuelta se podría reducir hasta solo tres meses, algo imposible para los actuales motores químicos. Mientras tanto, la Starship de SpaceX, que acaba de realizar su tercer lanzamiento de prueba, podría hacer el viaje de ida a Marte en al menos siete meses, según estimaciones de la compañía de Elon Musk.
El litio es clave para su flexibilidad
Los científicos aseguran que su refrigerante de litio líquido permite, gracias a su alta conductividad térmica y bajo peso, que el reactor funcione en un tamaño tan pequeño. Además, dicen, han conseguido reducir considerablemente el tamaño del intercambiador de calor y el escudo contra la radiación —que habitualmente ocupan un espacio considerable en los reactores tradicionales— al combinar los dos en una sola pieza.
Para conseguirlo, explican, han fabricado el intercambiador de calor del reactor con una aleación de tungsteno. Gracias a este material, el reactor puede lograr el intercambio de calor de manera eficaz, a la vez que bloquea las radiaciones nocivas.
El novedoso sistema permite que el reactor chino consiga alcanzar hasta 1.276 grados Celsius mediante la fisión del combustible de uranio. Esta temperatura está muy por encima de la que alcanzan los actuales reactores de fisión comerciales y es clave para la expansión del motor. El intenso calor permite que el helio y xenón líquidos se expandan hasta convertirse en gases que luego se utilizarán para accionar un generador, apunta el artículo del que se ha hecho eco el SCMP. Esta reacción en cadena, aseguran, producirá neutrones rápidos que pueden permitir un suministro de energía eficiente y continuo durante al menos 10 años.
“Nuestro país se encuentra en una nueva era”, afirma el equipo. “Tenemos previsto embarcarnos en misiones de exploración del espacio profundo, como la exploración lunar tripulada, la exploración de asteroides, el sobrevuelo de Júpiter y la exploración de los bordes del sistema solar. [Los reactores espaciales] serán cruciales en estos empeños”.