La carrera tecnológica va a ser la que vaya a decantar quiénes son las próximas potencias mundiales, ya que con la digitalización de cada vez más aspectos de nuestra vida está claro que aquellos que sean los propietarios de la tecnología que más se usa tendrán una ventaja sobre el resto. Históricamente, EEUU ha sido quien ha liderado este aspecto, aunque en las últimas décadas le ha surgido un arduo competidor llamado China.
El ascenso de China como un gigante tecnológico no preocupa solo a EEUU, que son los más afectados de ello, pero también ha generado muchos miedos a Europa y Japón. Como decíamos, desde EEUU han sido los más directos y agresivos con sus esfuerzos para limitar el desarrollo tecnológico de China, ya que recordemos que durante la legislatura de Donald Trump, el país prohibió que empresas estadounidenses colaboraran, ayudarán, vendieran o cedieran cualquier tipo de tecnología o avance a cualquier empresa o institución de origen Chino.
Esto supuso que las compañías nacionales del gigante asiático tuvieron que buscarse sus caminos para seguir hacia adelante y conseguir la tecnología necesaria para la consecución de sus objetivos. Esto no ha sido fácil, y sin duda ha frenado enormemente a China, aun así la una de las principales compañías del país, Huawei, nos aseguró en una entrevista de hace unos años que “El veto de EEUU nos ha dado la oportunidad de desarrollar nuestra estrategia”.
Esto es incluso después de sufrir durante un tiempo un bloqueo que supuso que los smartphones de Huawei no podían descargar la gran mayoría de aplicaciones del mercado, haciendo que la experiencia de los usuarios fuera bastante mala. Pero esta situación obligó a Huawei a convertirse en el dueño de su propio destino, y todo ello nace a partir de la llegada de su sistema operativo HarmonyOS.
Pero para que China prospere y consiga alcanzar el desarrollo tecnológico al que aspira, todo pasa porque sean capaces de fabricar sus propias tecnologías de semiconductores, ya que así lograrán acabar con su dependencia del extranjero y podrán construir sus propios chips. Y el plan del Gobierno de Xi Jinping, es aprovechar el ecosistema de HarmonyOS para reducir el uso de Windows, Apple y Android por ser sistemas operativos controlados por empresas estadounidenses.
De hecho están impulsando un plan llamado “”Plan de acción para impulsar el desarrollo de aplicaciones nativas de código abierto para HarmonyOS en 2024”, que por ahora se encuentra en la primera fase de su implementación y tiene como objetivo principal que para el año que viene más del 10% de las apps que se desarrollen en el país sean creadas a partir de software chino.
Pero los esfuerzos del gigante asiático no se quedan aquí, y su idea es la de construir en la ciudad de Shenzhen dos parques industriales donde habrá más de 1.000 empresas dedicadas únicamente al diseño y construcción de apps nativas para HarmonyOS. Esto indica que por su parte Huawei va a diversificar también sus esfuerzos y seguramente pronto veremos avances no solo en smartphones sino en el resto de dispositivos inteligentes también, con especial protagonismo para los ordenadores.