La conectividad es la piedra angular del futuro que queremos construir. Sin embargo, para el Perú y la región latinoamericana hay retos paralelos a esta tendencia, y van muy de la mano con la ausencia de nuevas conexiones y la estabilidad de los servicios. Además de la brecha en el acceso, aparece una dentro de la comunidad conectada: la brecha de uso.
De acuerdo con el reciente reporte de GSMA “La Economía Móvil en América Latina 2022”, nuestra región logró el 60% en la tasa de penetración de conectividad móvil, representando a más de 380 millones de personas. En contraste, una de cada tres personas conectadas no hace uso de servicios basados en Internet, como los que fomentan las “tele actividades” educativas, corporativas y de salud.
De acuerdo con el reciente reporte de GSMA “La Economía Móvil en América Latina 2022”, nuestra región logró el 60% en la tasa de penetración de conectividad móvil, representando a más de 380 millones de personas. En contraste, una de cada tres personas conectadas no hace uso de servicios basados en Internet, como los que fomentan las “tele actividades” educativas, corporativas y de salud.
Si bien la región experimenta un consistente crecimiento en el despliegue de las telecomunicaciones, la tecnología 4G sigue siendo la más importante y la de mayor implementación. Para GSMA, esto es necesario en la reducción de las brechas porque gran parte de los servicios se pueden acondicionar en este nivel.
El reporte muestra que en 2024 el 4G experimentará un ligero descenso frente a la expansión del 5G en Latinoamérica. Para 2025, la red 4G tendrá un 70% de adopción, mientras que el 5G se mantendrá en 11%, 4 puntos por detrás del 3G.