El espacio exterior sigue siendo un gran enigma para el ser humano, no obstante, gracias al constante desarrollo tecnológico cada vez tenemos más herramientas para solventar los problemas y dudas que existen sobre le universo. Y en la actualidad, la investigación y estudio de Marte es uno de los proyectos más activos y avanzados que las distintas organizaciones espaciales están llevando a cabo.
Y es que a pesar de que el planeta rojo es nuestro vecino, hasta ahora ha sido imposible conocerlo mejor. Pero las cosas están cambiando, y la misión ExoMars es una de las que más potencial tiene para responder a varias preguntas que tenemos sobre dicho planeta.
La misión ExoMars está organizada por la Agencia Espacial Europea (ESA), y en un principio estaba planeada para realizarse en 2022 junto a Roscosmos, la agencia espacial rusa. No obstante, la invasión rusa de Ucrania paró todo y cambio los planes hasta el punto de que finalmente la ESA ha decidido colaborar con la NASA para esta misión que como hemos podido saber se realizará en 2028, seis años después de lo planeado.
Dicha misión es una de las más importantes de la historia de la ESA, debido a que el rover Rosalind Franklin, llevará a cabo una tarea nunca antes realizada en el planeta rojo: perforar la superficie de Marte hasta dos metros de profundidad. Y aunque la compañía que ha diseñado este rover es británica, lo cierto es que sin la colaboración de la empresa de ingeniería española Sener, esto no sería posible.
Esto se debe a que Sener ha sido clave en el diseño y construcción de varios elementos de este rover, que sin ellos la misión no se podría realizar. En concreto, se trata del desarrollo de tres subsistemas clave para el despliegue del rover en Marte, además de otras piezas necesarias para que todo salga según lo planeado.
Sener se ha encargado de desarrollar el tren de aterrizaje, los mecanismos y adaptador de separación de la cápsula de entrada además de las antenas de comunicaciones UHF que llevará el Rosalind Franklin. A parte, la empresa con sede central en Vizcaya es responsable de elementos que el rover llevará a bordo como el mecanismo de despliegue de paneles solares o el sistema de posicionamiento y traslación del taladro.
El objetivo de la misión ExoMars es el de encontrar o más bien determinar si alguna vez existió vida en Marte. La misión consiste en dos fases, la primera fue en 2016 con el lanzamiento del Trace Gas Orbiter para analizar la atmósfera del planeta en busca de gases traza, como el metano, que podrían indicar la presencia de actividad biológica o geológica.
Y esta segunda fase, programada para 2028, en la que se perforará el subsuelo marciano y analizará muestras en busca de signos de vida pasada o presente, además del estudio geoquímico y la geofísico del planeta rojo, acercándonos poco a poco a la conquista de Marte.