Según proyecciones, Europa sería la que más cuota de mercado perdería, y para el 2030, solo produciría el 8% de los semiconductores del mundo.
Según datos recabados por Statista de Boston Consulting Group y de la Semiconductor Industry Association, Japón, Estados Unidos y Europa ya no son los productores líderes de chips.
En 1990, Estados Unidos proveía el 37% de la oferta mundial de semiconductores, los países europeos suministraban, un 44% y Japón otro 19%.
Pero con el nuevo siglo y el avance de Corea del Sur, Taiwán y China; los productores estadounidenses, europeos y japoneses solo suministran ahora en conjunto el 36% de la oferta global de chips.
Según proyecciones, Europa sería la que más cuota de mercado perdería, y para el 2030, solo produciría el 8% de los semiconductores del mundo.
Con miras a evitar ese posible escenario, el comisario de Mercado Interior de la Unión Europea, Thierry Breton, dijo hace unos días que el en el bloque se deben crear “megafábricas” que puedan producir a “gran escala” los semiconductores “más avanzados” de 2 nanómetros o de menor escala.
“Tenemos que apoyar el desarrollo de plantas de fabricación europeas -’megafábricas’- capacidades de producir a gran escala los semiconductores más avanzados y eficientes energéticamente de 2 nanómetros o menos”, escribió en su cuenta de LinkedIn Breton.
El comisario será el encargado de desarrollar la Ley Europea de Chips que anunció hace unos días la presidenta del Ejecutivo comunitario, Ursula Von der Leyen, durante su segundo discurso en la Eurocámara sobre el Estado de la Unión.
Este es uno de los tres parámetros que para Breton deberá cumplir la nueva normativa, aún sin fecha prevista.
Además, y ligado con el requisito anterior, se tendrá que diseñar una estrategia para “llevar al siguiente nivel” la ambiciones que tiene Europa en investigación y en aras de “preservar” al mismo tiempo los intereses estratégicos de la UE en la fabricación de chips.
La Ley Europea de Chips deberá por último establecer un marco para la cooperación internacional, porque “la intención no es producir todo por nuestra cuenta aquí en Europa”, dijo Breton.
“Además de hacer que nuestra producción local sea más resistente, necesitamos diseñar una estrategia para diversificar nuestras cadenas de suministro con el fin de disminuir la dependencia excesiva de un solo país o región”, opinó el comisario francés.
El objetivo de la Comisión Europea es aumentar la producción de semiconductores un 20 % para 2030.
Breton destacó además los esfuerzos que están llevando a cabo tanto Estados Unidos, como China y Taiwán para aumentar la producción de semiconductores.