Los aviones hipersónicos son aeronaves capaces de sobrepasar la barrera del sonido y, de cara a un futuro, prometen revolucionar los viajes de larga duración. España juega un importante papel en esta industria para hacer realidad el prototipo del avión de pasajeros Eiger, así pues, se podría conectar Europa con Australia en menos de cuatro horas haciendo uso de un combustible más respetuoso con el medio ambiente. En general, estos aviones podrían alcanzar grandes velocidades -desde 7.274 kilómetros por hora hasta 18.500 kilómetros por hora-, pero sorprendentemente, la sonda solar Parker de la NASA supera las anteriores marcas.
Esta sonda espacial completó su décimo séptimo acercamiento al Sol el pasado 27 de septiembre, además, batió su propio récord de velocidad al alcanzar los 635.266 kilómetros por hora al pasar a solo 7,26 millones de kilómetros de la superficie solar.
El hito marcó el punto medio del 17º encuentro solar, la misión comenzó el 22 de septiembre y continuó hasta el pasado 3 de octubre, el acercamiento cercano (conocido como perihelio) al Sol tuvo lugar a las 1:28 hora española peninsular y, tras superar con creces esta cita espacial, la nave entró en buen estado de salud y todos los sistemas funcionaban con normalidad.
Por otro lado, la sonda solar Parker volvió a comunicarse con los operadores de la misión en el Laboratorio de Física Aplicada Johns Hopkins en Laurel (Maryland, Estados Unidos) para enviar un flujo de telemetría -datos de estado-. Asimismo, dicha nave espacial transmitió los datos científicos del encuentro -que cubren en gran medida las propiedades, la estructura y el comportamiento del viento solar cuando se lanza desde el Sol- de regreso a la Tierra.
La sonda solar Parker de la NASA se lanzó en 2018 para explorar los misterios del Sol -viajando más cerca de él que cualquier nave espacial-, emplea maniobras de asistencia gravitatoria para aproximarse a nuestra estrella, cuenta con instrumentos para estudiar la corona solar y se centra en la región del espacio donde el plasma coronal se separa y se convierte en viento solar.
Gracias a este proyecto espacial, los científicos pueden conocer las verdaderas condiciones del plasma en dicha región e identificar cómo se acelera al alejarse camino de los planetas.