Poco a poco el espacio exterior se está convirtiendo en un lugar “más accesible”, en el sentido en el que vivimos en la era que más misiones espaciales se están produciendo, e incluso misiones comerciales que no tienen ningún tipo de objetivo de investigación, como el viaje espacial de Jesús Calleja.
Esto está abriendo cada vez más las posibilidades de hacer cosas en el espacio, y aunque todavía se trate de que cosas limitadas, se están abriendo nuevos horizontes de negocio, como el que planea la startup estadounidense Varda Space. La idea de dicha compañía es la de revolucionar la industria farmacéutica y su CEO está buscando inversores en Japón y Oriente Medio para convertir su sueño en realidad.
El plan de Varda Space es el de desarrollar naves espaciales que funcionan como instalaciones de fabricación de medicamentos autónomas. Esto quiere decir que el plan de negocio es crear naves que suban al espacio, y ahí sin intervención humana fabriquen medicamentos para después bajar el producto terminado a Tierra.
La clave de esto es que fabricar medicamentos en el espacio tiene varias ventajas, la primera y más notable es que la microgravedad permite crear cristales farmacéuticos más uniformes y puros, lo que podría resultar en medicamentos más eficaces y con menos efectos secundarios.
Esto es porque la ausencia de gravedad permite que los cristales se formen de manera más ordenada, eliminando impurezas, lo que permitiría también desarrollar medicamentos que serían imposibles de fabricar en la Tierra. Esta compañía fundada en 2021 tiene un gran potencial, y es que aunque lleven poco tiempo en el mercado confían que pueden superar a sus rivales gracias a su fuerte colaboración con Space X, la compañía espacial de Elon Musk.
La idea es la de lanzar su primera nave en el cohete Falcon 9 de Space X, además de aprovechar las comunicaciones satelitales y demás infraestructura que tiene la compañía de Musk. Vast planea lanzar su primera estación espacial en mayo de 2026, con el objetivo de convertirse en el primer operador comercial de estaciones del mundo y en sucesor de la Estación Espacial Internacional (ISS), que dejará de estar operativa en 2030.
