No es ningún secreto que la Unión Europea se ha quedado atrás en la carrera de la Inteligencia Artificial, y que Estados Unidos y China están compitiendo por el primer puesto. Gran parte de esto, se debe por un lado que la UE prefiere ir más despacio, pero con la certeza de no dejar de lado la seguridad y la privacidad, al mismo tiempo que en términos de infraestructura para impulsar esta tecnología también vamos por detrás.
Y ahora con la guerra comercial por culpa de los aranceles impuestos por la administración de Donald Trump a las principales economías del mundo, la cosa se pone todavía más tensa, y el resto de países tienen que buscar alternativas para dejar de depender tanto de los productos y servicios de EEUU.
Por esa razón, la UE se quiere poner las pilas, y con una primera inversión de 20.000 millones de euros, quieren dar el primer paso en el plan de convertir a Europa en un «continente de IA», que pueda competir con EEUU y China. La idea es comenzar a construir centros para alojar algunas de las supercomputadoras más potentes del mundo.
Y es que hasta ahora la UE está muy por detrás, ya que según los análisis, mientras que EEUU cuenta con más de 40 modelos de IA potentes, China con 15, toda la UE cuenta con tan solo tres, y todos ellos están ubicados en Francia. Y es que a medida que los usos de esta tecnología se multiplican, es necesario, tanto a nivel económico como de desarrollo, que la UE se ponga las pilas e impulse la infraestructura necesaria para que por fin los países europeos comiencen a ser influyentes en el sector de la IA.
Este plan inicial considera construir entre tres a cinco gigafábricas en los próximos años con un coste de entre 3.000 y 5.000 millones de euros cada una, con el objetivo de que puedan albergar superordenadores equipados con hasta 25.000 procesadores de IA.
Tal y como comentó la vicepresidenta de la Comisión Europea, Henna Virkkunen, el plan completo es el de la construcción de 13 gigafábricas de IA, para de esta manera poder cambiar el panorama y empezar a competir de tú a tú con China y EEUU.
Eso sí, esta noticia tiene un lado que preocupa a muchos, y es que estos centros y supercomputadoras tienen un gasto energético elevadísimo, y aunque gran parte de la energía que producimos en esta región proviene de fuentes verdes, todavía está por ver si la demanda de estos centros se podrá cubrir de manera ecológica, sea como sea la UE asegura que merece la pena.