No hay ninguna duda que, dentro del deporte, las decisiones arbitrales son el aspecto más cuestionado siempre. Esto es porque en la mayoría de las ocasiones la penalización que imponen estos reguladores del juego es subjetiva a su valoración, causando interminables debates entre los aficionados y expertos.
Por eso a medida que la tecnología ha ido avanzando y mejorando las funciones que nos ofrece, se ha ido aplicando estos avances a diferentes áreas. En el caso del deporte, poco a poco se han ido incorporando herramientas que facilitan la labor de los árbitros y hacen que sus decisiones sean más exactas y por lo tanto más justas.
Uno de los avances más recientes es el del Árbitro Asistente de Vídeo (VAR, por sus siglas en inglés) que se incorporó al fútbol para que los colegiados pudieran ver repeticiones de lo ocurrido y poder valorar con criterio la sanción. Aunque esto en otros deportes como el tenis o el baloncesto (en la NBA por lo menos) ya se estaba aplicando.
A pesar de todas las herramientas que hay hoy en día, los fallos arbitrales (aunque cada vez son menos) siguen ocurriendo, porque todavía hay cosas que la cámara no capta de manera clara y otras que siguen siendo interpretables.
Ahora un joven estudiante de informática de la Universidad de Tecnología de Georgia (EEUU) quiere dar un paso más allá y como muestra en su canal de YouTube está trabajando en una Inteligencia Artificial que podría sustituir a los árbitros humanos.
Para ello está aprovechando todas las ventajas y capacidades que tiene la IA, para que esta sea capaz de interpretar el juego de una manera imparcial y sin el factor determinante que nos separa de las máquinas, el error humano.
A pesar de que este joven se centra en el baloncesto, es más que posible que esta IA se pudiera aplicar a cualquier otro deporte, ya que como explica lo primero que tuvo que hacer fue enseñarle a la IA cuáles eran las normas del baloncesto, es decir, lo que se puede hacer y lo que no.
Poco a poco fue entrenando a la IA para que fuera capaz de detectar infracciones en distintos escenarios y en momentos diferentes con el objetivo de que esta tecnología interpretar siguiendo las normas establecidas que rigen el deporte.
Es cierto que todavía se trata de un proyecto en su fase inicial, y que este joven por sí solo probablemente no llegue muy lejos, no obstante, es una idea muy interesante la cual podría acabar con uno de los grandes problemas que tiene el deporte, los fallos arbitrales.
