La estrecha relación entre Elon Musk y el nuevo presidente de los EEUU, Donald Trump, no ha sido una gran sorpresa, debido a que ambos comparten muchos aspectos e ideas. Y si bien su personalidades son similares, esto hace también que fuera cuestión de tiempo que uno hiciera algo que al otro no le gustase, y ese hecho se ha dado ya en la primera semana desde la investidura de Trump.
Esta primera división en la relación de estos magnates se ha dado por culpa de una anuncio que realizó el nuevo presidente de EEUU, el pasado miércoles 22 de enero, cuando Trump anunció un nuevo gran proyecto de Inteligencia Artificial (IA) llamado Stargate con una inversión de 500.000 millones de dólares (unos 480.000 millones de euros al cambio).
La idea de este proyecto es la construcción de veinte nuevos centros de datos en los próximos cuatro años, con el objetivo de ofrecer la infraestructura necesaria para apoyar proyectos de IA desarrollados en EEUU.
Durante la presentación, el presidente estaba acompañado por el creador de ChatGPT, OpenAI; el conglomerado de inversión japonés SoftBank; y la tecnológica Oracle, representados por Sam Altman (CEO), Masayoshi Son (CEO) y Larry Ellison (fundador) respectivamente.
Estas tres compañías han realizado ya una inversión inicial de unos 100.000 millones de dólares para la creación de ‘Stargate’. Esto podría sonar como una gran noticia para la tecnología de EEUU, ya que de esta manera se potenciará el desarrollo de la IA propia de EEUU, no obstante, a Musk no le ha convencido este anuncio, y como viene siendo habitual (aunque no suele ir contra los suyos), no se ha callado su opinión.
A algunos les podría sorprender que una persona que aboga tanto por el desarrollo de la tecnología y que abogue por el “Make America Great Again” (Hagamos América grande de nuevo) de Trump, ahora se ponga a “criticar” este proyecto. La razón de ello es que entre las empresas implicadas es OpenAI, compañía que cofundó el propio Musk junto a Altman y otras personas, pero que al final acabó abandonando por diferencias en la visión de futuro con el resto de directivos.
Si bien no hubo un despido formal, sino una salida gradual y consensuada, Musk sigue guardado mucho rencor hacia OpenAI y en especial a Altman, y siempre que puede critica y ataca todo lo que hacen desde “la reina de la IA”. Y el anuncio de Stargate no iba a ser menos, sobre todo porque ve como su amigo Trump también es amigo de Altman, y esto es algo que no le gusta nada.
“En realidad no tienen el dinero” decía contestando un mensaje del anuncio a un tuit de OpenAI, al igual que no ha dejado de retuitear otros contenidos con mensajes como “Hay mil maneras diferentes Sam Altman puede sabotear a Trump”.
Este es un hecho importante, porque en los últimos meses Trump y Musk han ido en línea en todo lo que hacían, pero ahora que el primero ha vuelto al poder acaba de darle un duro varapalo a su compañero dando este proyecto a uno de sus peores enemigos. Estamos seguros de que no será el fin de esta poderosa relación, no obstante, la primera grieta de esta alianza ya se ha abierto.