Google ha despedido a 50 trabajadores después de que protestaran contra el Proyecto Nimbus, un contrato de 1.200 millones de dólares para proporcionar servicios en la nube y de inteligencia artificial al Gobierno israelí.
Los despidos fueron anunciados por la organización No Tech For Apartheid Campaign, una asociación de trabajadores de Google y Amazon que piden el fin de este proyecto.
Los empleados despedidos llevaron a cabo sentadas de diez horas en varias oficinas, lo que resultó en la detención de nueve manifestantes después de que la empresa llamara a la policía.
Los empleados activistas también han acusado a Google de mentir al decir que el Proyecto Nimbus no estaba dirigido a cargas de trabajo altamente sensibles o militares, y citaron un informe que revela que Google ha creado herramientas específicas para el Ministerio de Defensa israelí.
Este caso se suma a las numerosas manifestaciones propalestinas recientes en campus universitarios estadounidenses, donde se han producido decenas de detenciones.
La decisión de la empresa ha provocado una oleada de críticas y preocupación, no solo por el trato a sus trabajadores, sino también por las implicaciones éticas y políticas del controvertido Proyecto Nimbus.
La expulsión de 50 empleados, según el comunicado de No Tech For Apartheid Campaign, ha sido un golpe para aquellos que alzaron la voz en contra de la colaboración con el gobierno israelí y sus acciones durante la guerra contra Gaza.
“Con estas acciones, Google parece estar enviando un mensaje claro sobre la importancia que le otorga a sus contratos gubernamentales por encima del bienestar de sus empleados”, argumenta la organización.
La controversia en torno a estos eventos ha crecido exponencialmente, generando preguntas sobre el futuro del activismo laboral y las repercusiones de las relaciones empresariales con gobiernos cuestionados, algo que toca de forma sensible a las tecnológicas.
El Proyecto Nimbus es un contrato multimillonario entre Google y el Gobierno israelí para proporcionar servicios en la nube e inteligencia artificial. Este acuerdo, valorado en más de 1.200 millones de dólares, ha sido el centro de la polémica desde su anuncio. Los trabajadores de Google se manifestaron en contra de este proyecto, argumentando que Google estaba priorizando sus beneficios sobre los principios éticos y la moral de sus empleados.
Los manifestantes llevaron a cabo protestas en varias oficinas de Google, retransmitidas en directo por el servicio Twitch. Durante la sentada de diez horas, la policía detuvo a nueve personas, lo que incrementó aún más la tensión entre los empleados y la empresa. Estos eventos desencadenaron los despidos masivos, según la organización ‘No Tech For Apartheid Campaign’.
La organización afirma que Google ha mentido a sus empleados y a los medios de comunicación al decir que el Proyecto Nimbus no estaba dirigido a cargas de trabajo altamente sensibles o militares. Sin embargo, según un informe de la revista TIME, Google habría creado herramientas a medida para el Ministerio de Defensa israelí, desmintiendo las declaraciones oficiales de la empresa.
Google ha justificado los despidos como parte de un proceso de reestructuración y optimización, pero muchos trabajadores ven en estos actos una represalia por su activismo. La compañía ha recibido críticas por parte de organizaciones laborales y de derechos humanos que argumentan que los despidos son una forma de reprimir las voces disidentes y desalentar futuras protestas.
El Proyecto Nimbus es un acuerdo de servicios en la nube e inteligencia artificial entre Google y el Gobierno de Israel. Valorado en 1.200 millones de dólares, el proyecto tiene como objetivo proporcionar servicios de almacenamiento y procesamiento de datos en la nube, así como herramientas de inteligencia artificial, para uso gubernamental y militar.
Sin embargo, se ha acusado a Google de mentir sobre el alcance del Proyecto Nimbus. Inicialmente, la empresa afirmó que el acuerdo no estaba relacionado con el armamento militar. Sin embargo, un informe de la revista TIME sugirió que Google habría creado herramientas personalizadas para el Ministerio de Defensa israelí, lo que contradeciría las declaraciones de la empresa.