Honor sigue buscando una oportunidad en el complejo segmento de gama media en telefonía móvil. Más allá de sus propios recursos, la firma china debe lidiar con marcas de mayor presencia en distintos mercados globales, y a veces se ve forzada a subir la valla en algunas funciones para llamar la atención del consumidor. El Honor 70 llega con interesantes propuestas, pero ¿Vale la pena escogerlo frente al mercado actual? Esta es la opinión de NIUSGEEK.
Sí, es un Honor 50 a todas luces y no está mal. El diseño de ese modelo – inspirado en el Huawei P50 Pro – es funcional, cuidado y simple. A diferencia del modelo que revisamos en 2021, el acabado trasero es mate y elimina el registro de huellas dactilares.
Otra de las sutiles diferencias es la reubicación de los sensores fotográficos en ese “par de ojos” que sobresalen en la tapa trasera. Al eliminar el macro y darle esa facultad al lente gran angular, la cámara principal se coloca por debajo del sensor de profundidad; mientras que el otro ente convive con el doble flash LED.
El resto de la estética es de manual: botones de volumen y bloqueo a la izquierda, ingreso para la SIM al lado del puerto USB-C y el parlante en el borde inferior, sensor óptico de huellas a poca distancia del final del panel y curvas por todos lados. Una pena que no tengamos certificación IP oficial para este equipo.
No he ocultado mi extrañeza en otras reseñas al ver que una marca decide implementar algo “bonito” por encima de lo “funcional”. Este OLED gana muy poca densidad de pixeles y extensión frente al Honor 50, pero se queda con este concepto que suele dar problemas en las esquinas.
De repente soy el único, pero me voy a desahogar. Por lo general, cuando uso teléfonos de pantalla curva como el S22 Ultra, este Honor 70 o cualquier otro, la esquina inferior derecha confunde mi toque al intentar grabar un audio de WhatsApp con manos libres – el gesto de “anclar” el candado hacia arriba” – por el del “Asistente de Google”. Cada vez que quiero enviar un mensaje de voz, termino hablando con Google.
Más allá de este defecto – reitero, de repente soy yo el defectuoso -, tenemos un panel tan cumplidor como el anterior. Buen color, respuesta buena a los toques y excelentes ángulos de visión son atributos que este equipo replica del modelo anterior.
Android 12 es la piedra angular de este Magic UI 6.1, un salto que ya habíamos comentado en la reseña del Magic4 Pro. Bajo las evidentes líneas de EMUI, Magic UI busca atraer la experiencia de Google a este entorno.
Hablamos de una capa simple, con poca carga de herramientas y “caminos secretos” contados – las apps flotantes, la barra lateral y el acceso con una sola mano -. Lo cierto es que hay pocas condiciones que, por software, Honor puede proponer al mercado. Una de ellas es la posibilidad de “agrandar” la carpeta de apps en el escritorio, algo aprendido de EMUI que ya tenemos en Magic UI. Mantenemos el administrador de sistema, el explorador de archivos, el bloc de notas y todas aquellas apps que podemos encontrar, sin problemas, en el Play Store.
En términos de navegación, el sistema de gestos es eficiente, aunque extrañamos un gesto adicional para bajar la pestaña de notificaciones. Cuando estamos en el escritorio y hacemos un barrido hacia abajo, se abre una barra de búsqueda. Solo nos queda arrastrar la barra superior manualmente, una desventaja frente a la capa base de Android y usada por casi todas las constructoras.
Si bien Magic UI es una capa simple y directa, aún tiene esas ausencias que no se suplen solo con apps. Por ejemplo, la manera en que Magic UI expone la métrica obtenida por la batería no menciona la cantidad de tiempo que hemos usado el equipo sin conectarlo, ni tampoco unifica el tiempo de pantalla si hemos usado el equipo de un día para otro.