Con el progreso de las nuevas tecnologías cada vez son más los productos innovadores que salen al mercado para aumentar la eficiencia energética de las viviendas. Comenzamos por los teléfonos y los relojes inteligentes, pero poco a poco van apareciendo muchos más objetos y avances tecnológicos que pocas personas hubieran imaginado, apareciendo las viviendas inteligentes y las smart cities (ciudades inteligentes).
El avance de las nuevas tecnologías a través de la monitorización de datos, también nos permite conocer mejor nuestros hábitos de consumo eléctrico, ayudándonos a ahorrar energía en nuestra vivienda tal y como se presentará en los diferentes proyectos donde la tecnología y la domótica juegan un papel clave en las viviendas.
Las casas inteligentes son automatizadas (o domotizadas) a través de sistemas de gestión de la energía, de la seguridad, del control en las labores domésticas… etc.
En las viviendas inteligentes el teléfono móvil será el centro neutral de todo lo que sucede e interactúa con nosotros para recordarnos o darnos opciones sobre lo que tenemos que hacer.
Este tipo de casas se componen de objetos inteligentes que están recogiendo y analizando datos continuamente (tecnología del Big Data), para tener una información más completa sobre nosotros y ofrecernos alternativas mucho más específicas.
Un ejemplo de ello sería, si nuestra nevera detecta que falta un ingrediente (o varios), hablará con nuestro smartphone para que lo apunte en la lista de la compra de nuestro supermercado online habitual, el teléfono nos lo notificará y nos preguntará si queremos realizar la compra.
Otro ejemplo, esta vez de ahorro de energía y espacio sería el de la iluminación eficiente sin cables.
Aunque las nuevas tecnologías conocen nuestros gustos, el psicólogo Luis Muiño afirma que “es imposible prever qué va a hacer un ser humano”. Para que algo así surtiera efecto, las máquinas tendrían que tener datos desde la infancia.
Este problema sucede en la actualidad, ya que hace años no existía la tecnología existente en nuestros días, así que hay expertos que afirman, que este problema dejará de influir en el futuro debido a que un niño del siglo XXI ya maneja tablets, programas de redes sociales y diversas tecnologías que realizarán un seguimiento de sus aficiones y gustos para ofrecerle un ábaco de posibilidades más afines a él.
Esta tecnología ya está en marcha, algunos productos se están probando pero otros muchos ya están empezando a comercializarse.
Existen varias ferias que exponen diferentes avances para las futuras viviendas inteligentes, ejemplos de ello se encuentra en feria de electrónica de consumo CES.
