La plataforma de videollamadas y reuniones virtuales Zoom, ganó muchísima popularidad durante los meses de la pandemia y posterior, ya que permitía a las personas teletrabajar y tener conversaciones con sus familiares y amigos cuando no se podía salir a la calle.
Durante este tiempo la compañía pegó un importantísimo ‘boom’ en lo que se refiere al número de usuarios registrados y para retenerlos comenzó a añadir nuevas funcionalidades y herramientas que mejoraran el uso de la app.
Es cierto que ya no se conectan tantas personas a diario a esta plataforma, pero la cantidad de usuarios registrados (más de 300 millones) se ha mantenido, y ahora una actualización en la política de gestión de datos de la app va a afectar directamente a toda esta información.
Hoy en día, debido al auge de la ciberdelincuencia y a la comercialización de nuestros datos, los usuarios son mucho más conscientes y cuidadosos con la información personal que comparten y permiten que las compañías recolecten.
Es por ello que la decisión de Zoom de actualizar sus términos y servicios de esta manera ha sorprendido a muchos, pero, sobre todo ha dejado a miles de usuarios cuestionándose si quieren mantener su cuenta en esta plataforma.
Esto se debe a que casi sin avisar, Zoom ha actualizado su política para que los usuarios obligatoriamente tengan que aceptar que la compañía entrene a su Inteligencia Artificial (IA) con todos los datos e información que tiene la app sobre cada uno de los usuarios.
Dentro de esto, esto es algo que hacen muchísimas empresas, pero la diferencia es que Zoom no ha dado alternativa, es un todo o nada. Ahora en la sección 10.4 de sus términos y servicios podemos encontrar un apartado en el que la compañía se reserva el derecho de una “licencia perpetua, mundial, no exclusiva, libre de regalías, y transferible” para hacer de todo con el contenido del cliente, que incluye acceder, almacenar, divulgar, copiar e incluso crear trabajos derivados y procesar esta información.
Zoom ha salido a defender este cambio en su política alegando que estas acciones eran “necesarias” para poder ofrecer servicios de IA personalizados para mejorar las prestaciones que ofrece.
El problema es que estas condiciones son obligatorias, tema en el que no han querido profundizar, y lo que ha hecho que cientos de expertos legales estén analizando este cambio y la gran mayoría afirma que se están traspasando los límites de lo que es aceptable en términos de privacidad consentimiento y derechos del usuario.