Autoridades brasileñas participaron este martes en una reunión preparatoria de la Cumbre de países amazónicos que Brasil acogerá en agosto próximo, con el propósito de salvar al mayor pulmón verde del planeta.
La ministra brasileña de Medio Ambiente, Marina Silva, encabezó la reunión junto a otros miembros del Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva.
Los esfuerzos desplegados por el Ejecutivo de Lula para salvar la Amazonía vienen tras cuatro años de un avance alarmante de la deforestación bajo la Administración de Jair Bolsonaro.
La titular además, instó a ocho países amazónicos, incluidos Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú, Surinam y Venezuela a unirse, para evitar que la selva tropical alcance un punto de inflexión, lo que podría ocurrir si se pierde una quinta parte de sus árboles. Además mencionó el aumento de inversores extranjeros en este asunto.
Silva dijo que era necesario un esfuerzo del tamaño del Plan Marshall, posterior a la Segunda Guerra Mundial, para impedir que la mayor selva tropical del mundo y su incalculable riqueza en biodiversidad alcance un punto de no retorno, cuando los expertos dicen que se secará y se convertirá en una sábana.
La ministra aseguró que, el mundo ha creado una “nueva conciencia” sobre la necesidad de proteger el planeta, lo cual ha dado lugar a “un período muy rico y de oportunidades” que no pueden desperdiciarse.
La última Cumbre de la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA) se realizó en 2009.
Ésta ha sufrido las diferencias políticas surgidas en la región, que ahora se pretenden superar en la reunión de este año.