Washington busca imponer medidas de control a las exportaciones a China, pero tiene que hacerlo con cuidado, afirmó este miércoles la secretaria de Comercio de EE.UU., Gina Raimondo, citada por Reuters.
De acuerdo con la funcionaria, las restricciones no deben ser tan amplias como para “privar a las empresas estadounidenses de beneficios mientras China puede obtener el producto en cualquier otro lugar”. Las medidas “privarán a las empresas estadounidenses de algunas ganancias, pero creemos que vale la pena”, aseveró.
Según Raimondo, Pekín quiere obtener acceso a las tecnologías estadounidenses más sofisticadas “para hacer avanzar su Ejército, y no lo permitiremos”. “No se trata de contener a China o privarla de tecnologías esenciales”, añadió.
La semana anterior, los directivos de los mayores fabricantes estadounidenses de circuitos integrados se reunieron con altos funcionarios de la Administración de Joe Biden para discutir las nuevas restricciones que estudian imponer a las exportaciones de chips a China. A su vez, el embajador chino en EE.UU., Xie Feng, reaccionó diciendo que Pekín no busca una guerra comercial ni tecnológica bajo el pretexto de la competencia, pero responderá con firmeza si Washington sigue poniendo restricciones al sector de los chips.
Mientras tanto, este martes el Senado de EE.UU. aprobó una enmienda al presupuesto militar para el año fiscal 2024 que exige a las compañías estadounidenses notificar a las autoridades sobre sus inversiones en China, en particular aquellas relacionadas con tecnologías críticas como la inteligencia artificial y los semiconductores.