Exembajador del Perú en Washington cuestionó la visita de la mandataria a tres países de Europa y consideró curioso el hecho de que la mandataria “haya buscado en los viajes al extranjero lo que no puede encontrar al interior del Perú”
Los cuestionamientos en contra de la presidenta Dina Boluarte nuevamente se han disparado tras saberse que el costo real; incluido el gasto por el uso del avión presidencial, que supera el millón de soles; de los viajes a tres diferentes países de Europa, todo con el objetivo de mejorar su imagen internacional. El exembajador de Perú en Washington, Harold Forsyth ha sido uno de los diplomáticos más críticos, al punto de señalar el hecho como “un completo despropósito”.
En una entrevista para Nativa, el exfuncionario consideró que “resulta extraño que una gobernante que no puede recorrer su propio país; que no puede entrar a todo el sur del Perú, que no puede ir a Cusco, a Huancavelica, a Apurímac, a Puno, a Ayacucho; haya encontrado en el desplazamiento internacional una forma de disfrutar las mieles del poder para las que no ha hecho ningún sacrificio”.
Pero no solo eso, al ser consultado respecto al monto gastado por el Gobierno de Boluarte para solventar a la comitiva que bordea las 20 personas que la acompañará en el viaje, que inicialmente suponía un gasto de más de 100 mil dólares; el diplomático refirió que lo gastado constituía más que un despropósito.
“Decirle despropósito es un término gentil, esto es algo indescriptible, nunca ha pasado en la historia. Me pregunto qué pasa con esa Cancillería a la cual, históricamente, el Perú le debe tanto. El hecho de que una gobernante que se desplace a estos países, con ese costo, a cambio de nada, y no pueda viajar al interior de su propio país”, resaltó Forsyth.
El exembajador también cuestionó que la actitud de Boluarte represente “un completo desinterés” frente a las crisis en las que está sumido el Perú. “Todo ello al margen por completo del interés del pueblo peruano. A mí me sorprende mucho este viaje, por la pésima organización que existe. Yo me pregunto dónde está esa cancillería histórica que nunca en su historia ha cometido este tipo de dislates”, aseveró, haciendo referencia a la muy pobre agenda planteada durante la tercera salida de la mandataria peruana del territorio nacional.
Cuestiona agenda de Boluarte en Italia, Alemania y el Vaticano
Asimismo, Harold Forsyth no desaprovechó la oportunidad para cuestionar la paupérrima calidad de eventos a los que Boluarte asistirá en su gira europea.
“Lo del Vaticano, por ejemplo, el Papa (Francisco I) no invita, todo gobernante en un país católico puede ir a ver al Papa, pero el Papa sabe a la perfección la problemática de derechos humanos del Perú. Llama la atención que las autoridades del Gobierno Italiano no tengan una cita prevista tampoco. Y en el caso de Alemania, se rindió una cita con el presidente de Alemania, muy bien. Pero lo que no se dice es que el presidente de Alemania no tiene ningún poder. Es una figura protocolar, representativa, respetable, pero el que manda es el canciller”, alertó en la entrevista con Carlos Cornejo.
Viaje de Boluarte es improductivo, afirma Forsyth
En ese sentido, Halrold Forsyth consideró que los viajes “aparte de ser un dispendio enorme, es una falta de respeto al pueblo peruano”.
“No va a traer ningún tipo de consecuencia favorable para el Perú y, por otro lado, no va a lograr el objetivo que se propone este Gobierno, concretamente, esta cancillería, que es pretender mejorar la imagen internacional, cuando, hace poco en Nueva York, en Naciones Unidas, vimos el fracaso rotundo de esta gestión, y creo que va a seguir siendo así”, detalló el exembajador.
En ese sentido, criticó a la canciller Ana Cecilia Gervasi Días por haber optado por una estrategia que no está brindando resultados.
“Estamos ante una cancillería que ha decidido, en esta especie de tours internacionales, refrescar su acción, mientras en el Perú el país se desangra con la delincuencia, con las mafias internacionales y con una crisis económica muy aguda. Lo cierto es que los gobernantes del mundo no quieren saber nada de esto, hay cuentas pendientes de derechos humanos muy macizas y está claro que el Gobierno no tiene la más mínima voluntad de dar la cara”, concluyó.